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Los enviados especiales a Siria, William Parra (derecha) y William Moreno (izquierda) identificados debidamente como prensa. Autor: Telesur Publicado: 21/09/2017 | 05:39 pm
PARÍS/MOSCÚ/DAMASCO, septiembre 16.— Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña advirtieron el lunes al presidente Bashar al-Assad que habría consecuencias si no se adhiere a los términos de un pacto bajo el cual Siria entregará sus armas químicas.
Los responsables de las relaciones exteriores de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos, tres potencias miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pactaron en la capital francesa buscar una resolución fuerte que establezca lineamientos para la remoción de las armas químicas de Siria, dijo la oficina del presidente galo, Francois Hollande, según Reuters.
Funcionarios de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos dijeron el lunes que el informe de la ONU no dejaba dudas respecto a que Assad es el responsable por el ataque con armas químicas, aunque el enviado ruso sostuvo que no existían suficientes pruebas para demostrarlo, y al igual que el Gobierno sirio denuncian a las bandas opositoras. Mientras, expertos de Naciones Unidas confirmaron el uso de gas sarín en el ataque del 21 de agosto en Damasco, aunque sin precisar quién lo empleó, agrega Reuters.
Durante el fin de semana, Rusia y Estados Unidos llegaron a un acuerdo que podría evitar una ofensiva estadounidense contra Siria, que Washington anuncia como castigo.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo en una conferencia de prensa en París que el acuerdo no ofrece ningún «salvavidas» al líder sirio, y asegura que «perdió toda legitimidad».
Un funcionario del Gobierno de París, bajo condición de anonimato según Reuters, puntualizó que Kerry, el ministro de Relaciones Exteriores británico William Hague y su par francés, Laurent Fabius, «acordaron buscar una resolución fuerte y robusta que establezca plazos precisos y vinculantes con un calendario», porque «la idea es adherir a una línea firme».
En Moscú, el canciller Sergei Lavrov acusó a los europeos de intentar dar otras interpretaciones y planteó que apresurarse a esbozar una resolución que amenace con castigos a Siria ante una eventual desobediencia dejaba en evidencia una «falta de entendimiento» del acuerdo alcanzado el sábado.
Lavrov declaró que los «europeos quieren nuevamente revisar unilateralmente lo que hemos acordado con los estadounidenses. Esa no es la forma de hacer negocios, y estoy seguro que pese a estas declaraciones que han llegado desde capitales europeas, los estadounidenses, como negociadores correctos, se apegarán estrictamente a lo que se ha acordado».
Lavrov también dijo que sería momento de evaluar medidas para obligar a los enemigos de Assad a asistir a una conferencia de paz internacional, en lugar de solo pedirles que acudan. Hasta el momento, los opositores armados han dicho que no asistirán a las conversaciones si el Presidente sirio participa en ellas.
El acuerdo alcanzado en Ginebra entre Moscú y Washington, que fue bien recibido por el Gobierno de Al-Assad, ha suspendido la amenaza de un ataque inmediato de Estados Unidos, y Lavrov destacó que no incluía el uso automático de fuerza si es que Siria no cumplía.
Entretanto, la cadena televisiva Telesur denunció que su enviado especial a Siria, el periodista colombiano William Parra, fue herido en una pierna por el disparo de un francotirador mercenario, al norte de Damasco, y que se encuentra fuera de peligro, reportó EFE.
Parra, junto con el camarógrafo William Moreno, registraba el accionar de grupos opositores al Gobierno de Bashar al-Assad en el barrio de Harasta, en la entrada norte a la capital siria. Ambos fueron retenidos en la zona y quedaron bajo el fuego de «continuos disparos», pese a que estaban debidamente identificados con sus chalecos de periodistas.
Finalmente, ambos reporteros fueron rescatados por un destacamento del Ejército sirio tras una maniobra que se extendió por cinco horas. El comunicado de Telesur reclama a «los grupos irregulares que respeten también el derecho a la vida de quienes ejercen como periodistas en zonas de combate».
