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CARACAS.— La conferencia de paz de la clase obrera venezolana fue instalada la víspera en el Palacio de Miraflores con la presencia del presidente Nicolás Maduro, quien anunció una gigantesca movilización popular el Primero de Mayo.
Desde el salón Simón Bolívar, dirigentes sindicales de diversos gremios recordaron la firma, hace dos años, por parte de Hugo Chávez, de la Ley orgánica de los trabajadores y las trabajadoras (LOTT), que reivindicó aún más los derechos del proletariado.
Maduro, constantemente vitoreado por los sindicalistas, se refirió a José Martí por vaticinar los apetitos imperialistas de los EE.UU. y se refirió a los mártires obreros de Chicago, quienes, según dijo, se levantaron antes que otros contra los fenómenos antihumanos del capitalismo.
Expuso algunos de los logros alcanzados con la Revolución Bolivariana, como la tasa de desempleo, de solo el 7,2, «en medio de la crisis global del capitalismo, de la guerra económica y la guarimba», y recordó que en la etapa neoliberal llegó a ser el triple.
Dijo que en 15 años, el Gobierno aprobó 25 aumentos salariales y de pensiones, algo sin comparación con otro país del mundo. El Presidente adelantó, con motivo del Primero de Mayo, un aumento del 30 por ciento del salario mínimo y las pensiones.
El mandatario pidió a la clase obrera de la nación esfuerzo, trabajo, disciplina laboral y conciencia «en este momento estelar de la historia republicana».
También llamó al empresariado a producir más para luchar contra la perversa inflación y lograr, este año, un mejor balance económico y precios justos para el pueblo.
Añadió que el modelo socialista tiene que defender constantemente el salario de los trabajadores, ser inclusivo, popular, participativo, proletario y emancipador de los más humildes.
