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Elecciones europeas y la amenaza ultraderechista

En naciones como el Reino Unido, Holanda o Francia resulta evidente el avance de formaciones de derecha, que en todo momento predican contra las instituciones europeas a la par de sus posiciones contra la inmigración

Autor:

Juventud Rebelde

BRUSELAS, mayo 22.— La ultraderecha europea, arropada con un atuendo euroescéptico, se presenta con posibilidades de formar un bloque en la Eurocámara, para cuya formación se inició este jueves un maratón electoral de cuatro días.

Según PL, en naciones como el Reino Unido, Holanda o Francia resulta evidente el avance de formaciones de derecha, que en todo momento predican contra las instituciones europeas a la par de sus posiciones contra la inmigración.

La existencia de un desempleo en la Unión Europea (UE) de 26 millones de personas y la imposición de medidas de austeridad en países en crisis creó condiciones propicias para el auge de formaciones ultraderechistas, destacan analistas locales.

Tales organizaciones pusieron en apuros a partidos tradicionales en naciones europeas como las mencionadas, mientras fue claro su avance en otras como Italia, Grecia, Hungria, Eslovaquia o Bélgica.

«La subida de los euroescépticos podría ser más peligrosa que la emergencia del Tea Party en Estados Unidos», estima Mark Leonard, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.

Para su colega Ignacio Torreblanca, las formaciones eurofóbicas atacan a dos puntos cruciales de la integración europea: la moneda común y la libre circulación de personas.

En Holanda, el Partido de la Libertad (PVV) podría quedar empatado a cinco diputados con el liberal de izquierda, mientras el socialdemócrata, del primer ministro Mark Rutte, quedaría con tres representantes.

La dirección del PVV ganó penosa notoriedad después que su líder, Geert Wilders, llamó en un mitin de su partido a reducir drásticamente el número de inmigrantes, en especial, los marroquíes.

Además, en el Reino Unido, el Partido de la Independencia de ese país (UKIP) mantiene en jaque al gobernante Conservador, del primer ministro David Cameron, al mantener casi un empate técnico con el opositor Laborista en torno al 27 por ciento.

Los partidarios de Cameron cuentan con 23 puntos de aceptación, mientras sus socios menores en el Gobierno, los liberal-demócratas, apenas llegan a nueva, lo cual abre la posibilidad de que queden fuera de la Eurocámara, en la cual se exige un mínimo de siete puntos.

En ambos casos las formaciones partidarias de salir de la UE o al menos reformar drásticamente sus funciones, encontraron apoyo en una población que culpa a los foráneos y a las instituciones comunitarias de los problemas sociales y de empleo.

La Eurocámara cuenta con un presupuesto de mil 756 millones de euros este año, 35 por ciento del cual se dedica a gastos de personas y salarios de sus seis mil funcionarios, a una razón de ocho por cada uno de sus 751 diputados.

El efecto de depauperación social en naciones afectadas por la crisis en Europa generó un fuerte rechazo a nivel de todo el bloque regional y ello también incide en el creciente abstencionismo de las elecciones europeas, comenta la prensa belga.

Los octavos comicios para elegir a la Eurocámara podrían registrar un récord de indiferencia de los electores, pues se espera una asistencia por debajo del 42 por ciento de 2009, alejada del 63, en 1979.

Mientras el Parlamento Europeo fortalece su participación en decisiones en materia de seguridad energética, justicia, asuntos del interior, agricultura y fondos estructurales, crece el rechazo a sus funciones, por encima de los estados nacionales.

En muchas ocasiones, la ultraderecha aparece como euroescéptica, mientras guarda estrecha relación con la ideología fascista.

Así, en Dinamarca se registra el avance del Partido del Pueblo Danés, mientras en Grecia Amanecer Dorado, de tendencia neofascista, aparece con más fuerza, al igual que el Partido Nacional Eslovaco (SNS) o el Vlaams Belang, en Bélgica.

Recientes encuestas demuestran la posibilidad real de la formación de un grupo parlamentario de ultraderecha europea, pues los partidos de esa corriente política podrían obtener hasta 95 escaños, el 12,6 por ciento del total de asientos de la Eurocámara.

En 2009, los partidos de ultranacionalistas y neofascistas apenas llegaron al 4,3 por ciento de los puestos, con 33 diputados.

Sin embargo, pocos ponen en duda que el Partido Popular Europeo (PPE) y la alianza de Socialistas y Demócratas (ALSD) queden como los grupos más fuertes, capaces de dominar la mayoría de los votos.

Al PPE se le pronostican 217 bancas, 57 menos que hace cinco años; y a la ALSD, 201, cinco más que en las parlamentarias anteriores.

De cualquier forma, será necesario esperar hasta el próximo domingo para conocer los resultados finales de las elecciones en los 28 estados de la UE, en las cuales también se llevan a votación candidatos para elegir la jefatura de la Comisión Europea.

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