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Mapa que muestra la zona de Ucrania donde se estrelló el vuelo malasio. Autor: Russia Today Publicado: 21/09/2017 | 05:52 pm
NACIONES UNIDAS, 18 julio.— Reunido en sesión de urgencia, el Consejo de Seguridad de la ONU llamó a una investigación «exhaustiva e independiente» sobre la catástrofe del Boeing malasio en el este de Ucrania que dejó 298 muertos y ha generado conmoción internacional, una tormenta de denuncias entre las fuerzas en conflicto y la velada acusación de Washington a Rusia, que a su vez afirma que la responsabilidad está en el Gobierno de Ucrania.
Itar-Tass destaca que la comunidad de expertos rusos considera responsables de la destrucción del avión malasio a las autoridades ucranianas, incapaces de poner término al caos y la anarquía en el territorio de su país.
Por su parte, Novosti apunta que el Ministerio de Defensa de Rusia comunicó haber detectado el funcionamiento de un radar ucraniano el día de la catástrofe y determinado las localidades desde donde pudo ser derribada la nave. Según militares rusos, la ruta y el lugar de la caída están al alcance de cinco baterías de sistemas antiaéreos ucranianos, tres de largo alcance y dos de alcance medio.
Del otro lado, el portavoz del Servicio de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko, declaró que Kiev inventarió sus sistemas antiaéreos después de la tragedia y que ninguno había realizado lanzamientos.
En cambio, Novosti publica un detalle revelador: por exigencias de controladores aéreos ucranianos, el avión malasio iba a una altura más baja de la prevista en su plan de vuelo. El vicepresidente de Malaysia Airlines, Huib Gorter, declaró en Ámsterdam, Holanda, que mientras el plan estipulaba 10 660 metros, los pilotos tuvieron que bajar hasta los 10 050, por requerimiento ucraniano.
Expertos consultados por la agencia noticiosa consideran que tras el siniestro, la tensión en el este de Ucrania puede aumentar. «La reacción de Kiev indica que quisiera usar la tragedia para ejercer presión adicional sobre las regiones orientales de Donbás y sobre Rusia», dijo Serguéi Mijéyev, director general del Centro ruso del Análisis Político.
Samantha Power, embajadora de Estados Unidos en la ONU, no descarta la «asistencia rusa» a los separatistas que, según Washington, dispararon el misil tierra-aire SA-11 que posiblemente, dicen, derribó el avión. Obama fue más lejos y evaluó los hechos como «llamado de atención» a Europa, que a su juicio es reticente a sancionar a Rusia por su papel en Ucrania.
En contraste, Xinhua publicó una nota del Gobierno chino que critica a las potencias occidentales por formular «acusaciones unilaterales» contra los rebeldes federalistas.
Otro despacho de ANSA señala que el canal Vesti, de la televisión pública rusa, insistió en acusar a Kiev por el derribo y reiteró la hipótesis de que el misil estaba dirigido al avión del presidente Vladimir Putin, quien regresaba de la Cumbre de los Brics por la misma ruta del avión malasio. Vesti citó palabras del ex ministro de Defensa ucraniano, Anatoli Gritsenko, quien afirmó que si mataban a Putin sería algo «positivo».
El Presidente ruso, sin embargo, insiste en que se requiere una investigación «escrupulosa y objetiva», que cesen los combates y todas las partes se sienten a negociar.
