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Una nutrida marcha antecedió a la inauguración de la Cumbre de los Pueblos. Autor: Juvenal Balán Publicado: 21/09/2017 | 06:06 pm
CIUDAD DE PANAMÁ.— Desde el Parque Belisario Porras, frente a la sede de la Embajada de Cuba aquí, partió la marcha de los Pueblos que ha dado inicio a su Cumbre y que llegó combativamente a los predios de la Universidad de Panamá, donde fue inaugurado el encuentro alternativo a la VII Cumbre de las Américas, que por vez primera reunirá a las 35 naciones del hemisferio.
Durante todo el jueves jóvenes, sindicalistas, movimientos sociales e indígenas de Panamá y otros países, se mantuvieron en vigilia solidaria ante los rumores de que mercenarios y apátridas intentarían otro ultraje a la sede diplomática que representa al pueblo cubano y a los bustos de Martí y de Maceo que miran también vigilantes.
Era una muestra de solidaridad que se ha estado repitiendo a diario también con Venezuela, la hermana nación agredida, cuya delegación bolivariana ha expresado en todo momento firmeza en los principios y en la defensa de su soberanía.
Representantes de movimientos sociales e indígenas participan en el encuentro alternativo.
Miles de representantes de quienes en el continente pueden alzar su voz y decir sus realidades y verdades se escucharon en las calles panameñas y con el lema «América Latina, una Patria para todos, en Paz, Solidaria y con Justicia Social» abrieron las puertas de la aguerrida Universidad, en cuyo Paraninfo sesionará la cita hasta el sábado, haciendo escuchar reclamos de justicia.
Tras el acto inaugural comenzó la fiesta con el cantautor cubano Silvio Rodríguez, un encuentro esperado que recibió constantemente el saludo en las redes sociales, y que puso magia y filo a la noche.
Al mismo tiempo estaban llegando ya los mandatarios, y se les hacía el recibimiento oficial en el aeropuerto Panamá Pacífica, otrora una de las mayores bases militares de las 14 que Estados Unidos usurpaba junto con el Canal.
Este viernes 10 de abril, aniversario de la fundación del Partido de Martí para la Guerra Necesaria, los pueblos de la América se disponen en fila apretada. Lo harán desde las trincheras de las ideas, debatirán en paneles sobre el entorno geopolítico de una región que lidera el cambio de época y resulta mucho más simbólico que, antes de que comiencen sus mesas de trabajo, los llegados desde todos los confines se unan para escuchar al presidente indígena Evo Morales y así impulsar el despertar que preconizó el Maestro cubano.
