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LONDRES, mayo 9.— El referendo del 23 de junio en Gran Bretaña, con el que los ciudadanos de ese país están llamados a decidir si quieren seguir o no en la Unión Europea (UE), puede provocar un efecto dominó capaz de poner en discusión, quizás, todo el diseño europeo, publicó una despacho de ANSA.
Si bien el espectro de una guerra en Europa, evocado este lunes por el premier David Cameron como potencial consecuencia de la salida del Reino Unido de la UE, parece por ahora bastante improbable, resulta palpable el riesgo de que el eventual divorcio entre Londres y Bruselas abra la caja de Pandora.
Así lo sostiene un sondeo de la empresa Ipsos-Mori, divulgado en ocasión del Día de Europa, según el cual casi la mitad de los electores de otros países del Viejo Continente desean ser consultadas también.
El 58 por ciento de los italianos y el 55 de los franceses, tradicionalmente europeístas, afirmaron querer un referendo para decidir el destino de sus países: seguir o no dentro de la UE. Según la misma encuesta, en Alemania, Suecia, Italia y Hungría más de la mitad de los electores están convencidos de que si Londres sale del «club europeo» en junio, esto empujaría a otros países a seguir su ejemplo.
Cuando apenas queda mes y medio para que los británicos se pronuncien sobre el llamado «Brexit» (abreviación de «British Exit» salida británica), los sondeos oficiales indican de momento un empate, con gran número de indecisos.
David Cameron no quiere correr riesgos. Una vez lanzado a defender la permanencia en la UE, el Premier conservador no dudó en subir el tono e incluso advertir que el «Brexit» pondría en riesgo la paz que ha caracterizado a Europa en años. «Cada vez que le dimos la espalda a Europa, tarde o temprano lo lamentamos», sentenció.
Boris Johnson, ex alcalde de Londres convertido en el líder de los euroescépticos, salió al paso a Cameron acusándolo de exagerar los peligros. «No es algo serio», dijo Johnson, quien recordó que el mismo Cameron estaba preparado hace solo unos meses «para instar a la gente al Brexit si no lograba obtener reformas sustanciales de Bruselas».
El ex alcalde puso en tela de juicio que la UE haya sido reformada y sostuvo que las negociaciones no han garantizado lo que el país necesita. «Vista la diferencia entre lo que se nos prometió y lo que obtuvimos, el Gobierno debería estar haciendo campaña por salir», añadió.
Para Johnson, el divorcio de Europa es «una oportunidad para reconquistar la soberanía perdida y hacer al país aún más cosmopolita y abierto al mundo». Por ello, instó a «no desaprovechar esta oportunidad» y a votar en el referendo del 23 de junio por salir de la UE.
