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Humberto de la Calle, jefe de la delegación gubernamental a diálogos de paz. Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 05:54 pm
La delegación del Gobierno colombiano ratificó este viernes en La Habana que los alcances que tendrá el acuerdo suscrito para el cese del conflicto armado bilateral entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (Farc-EP) en La Habana, Cuba, conducirán de forma efectiva al fin de hostilidades, dejación de armas y refrendación.
En rueda de prensa desde La Habana, transmitida por Telesur, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, recordó que las partes decidieron acogerse a la decisión de la corte constitucional sobre el tema, además se comprometen a no repetir los hechos que llevaron al conflicto armado hace más de 50 años.
Recalcó que el tribunal de Justicia Transcicional va a ser impecable y apuntó que las partes presentes en la mesa de diálogos no nombrarán a los magistrados de dicha instancia. El delegado oficial acotó que para la escogencia de los jueces se va a apelar a instituciones de nivel internacional.
El jefe negociador afirmó que están pactadas las condiciones que implican que los jueces tendrán el más alto nivel para la aplicación de la justicia transicional.
Explicó que se establecerán 23 zonas transitorias de normalización en Colombia con la finalidad de avanzar en la dejación de armas y en la reincorporación de la vida civil de los guerrilleros a la vez que indicó que el Gobierno está en conversaciones con los gobernadores y autoridades locales para la ubicación de estos territorios.
Refirió que éstas zonas van a ser temporales y solo funcionarán durante el proceso de dejación de armas. Finalmente, De la Calle invitó a todos los colombianos a participar en el proceso en favor de la paz en la nación neogranadina, reseñó la AVN.
Este acuerdo abordará tres puntos esenciales para el fin del conflicto. El más relevante de estos consta de una hoja de ruta que lleva al cese definitivo al fuego bilateral, así como el abandono de las armas por parte del grupo insurgente, que será verificado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), a través de su Consejo de Seguridad.
En el texto, ambas partes se comprometen a elaborar, por ahora, una hoja de ruta para que más tardar a los 180 días haya terminado el proceso de desarme del grupo insurgente. Establece, además, que existirá sólo un punto de almacenamiento donde estarán los contenedores con las armas, las cuales tendrán que ser resguardadas por el mecanismo de monitoreo de la ONU.
