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La cooperación, insoslayable para los países del Sur, centra la agenda de la primera Conferencia sobre este asunto convocada por la Asociación de Estados del Caribe (AEC), que tendrá lugar en La Habana el próximo día 8.
Resulta simbólico que esta reunión tenga lugar en la Isla, que siempre ha ponderado la contribución como mejor forma de relación con sus vecinos. Como ha sido convocada de manera conjunta por la Secretaría General de la AEC y Cuba en su condición de presidenta pro-témpore del Consejo de Ministros —responsabilidad que entregará dos días después, en la reunión de esa instancia—, podría considerarse también importante y último aporte de la Mayor de las Antillas durante su mandato.
El Caribe constituye el entorno natural de Cuba, y aunque distinguen a este conglomerado diferentes lenguas y estilos de vida, nos unen las raíces históricas y un elemento común insoslayable dado por nuestro asiento en el mismo mar.
Nacida en 1994 como entidad de consulta, cooperación y concertación, puede afirmarse que la AEC fue el primer organismo del hemisferio que reivindicó postulados para la genuina integración de sus países en un momento en que las escasas estructuras integracionistas de la zona preconizaban la integración física y el comercio per se.
Claro que el intercambio comercial es importante para la Asociación y forma parte de sus ejes principales de trabajo junto al turismo, el transporte, la reducción del riesgo de desastres y el enfrentamiento al cambio climático, pero las estrategias de cooperación le otorgan a la AEC un espíritu distintivo y le pueden permitir soslayar hándicaps tan severos como las asimetrías en el nivel de desarrollo, algo que ha impedido el avance de otros esquemas unitarios.
La deuda externa, que al cierre del año pasado representaba el 69,6 por ciento del PIB de los Estados del Caribe, y las dificultades en el acceso al financiamiento también son obstáculos para el desarrollo, junto a la vulnerabilidad de las pequeñas islas frente a los desastres naturales.*
Por eso es importante que la Conferencia se consolide y se convierta en otra instancia de debate con resultados palpables, como busca esta cita. June Soomer, secretaria general del mecanismo, estimó a su llegada a La Habana que la reunión fortalecerá el organismo.
Según el director general interino para América Latina y el Caribe del Minrex, Carlos Zamora, se evaluará el estado de implementación de los programas de cooperación y se gestionarán recursos para los programas en ejecución y otros que se propongan.
Dos proyectos: unir al Caribe por aire y mar, y el Programa para enfrentar el impacto del cambio climático en la zona, serán presentados durante la Conferencia.
Otros Estados y organismos, además de los miembros y observadores, participarán en la reunión. En el empeño de hacer viables y concretos los planes de la AEC, han sido invitados además programas y agencias de la ONU relevantes por las relaciones con la región o por su experiencia en los temas del cónclave, afirmó Zamora.
Se trata, dijo, de que «este evento se coloque como parte del programa de trabajo habitual de la AEC, de manera tal que con una frecuencia anual se realicen encuentros de este tipo, donde los Gobiernos, los profesionales científicos, y las instituciones financieras fomenten las alianzas necesarias que contribuyan a mejorar las capacidades científicas, tecnológicas, culturales y económicas del Caribe en función del desarrollo sostenible».
En un planeta que cada vez más funciona en bloques, y donde el Norte sigue imponiendo las reglas (aunque de manera menos expedita), el rosario de islas de la Asociación junto con las naciones continentales bañadas por el Mar Caribe pueden hacer mucho si comparten lo que tienen.
* La Asociación de Estados del Caribe busca impulsar la cooperación, entrevista a Carlos Zamora, sitio web Cubaminrex
