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LONDRES, marzo 29.— La primera ministra británica, Theresa May, presentó este miércoles los documentos formales para activar el proceso del «brexit», que lleva a Reino Unido a terreno desconocido y desencadena unas negociaciones inciertas que pondrán a prueba la unidad de la Unión Europea (UE).
Reuters informó que, nueve meses después de que los británicos decidieran abandonar el bloque, May notificó oficialmente con una carta al presidente del Consejo de la UE, Donald Tusk, que Reino Unido renuncia al grupo al que se unió en 1973.
La Primera Ministra, que inicialmente se opuso al «brexit» y que ascendió al cargo tras la tormenta política que siguió al referendo, tendrá dos años para acordar los términos del divorcio antes de que este entre en vigor.
«Reino Unido deja la Unión Europea», dijo May a los legisladores en el Parlamento británico. «Es un momento histórico del que no hay marcha atrás», agregó.
May tiene una de las tareas más duras de cualquier primer ministro británico de la historia reciente: mantener la unidad mientras negocia con los 27 estados de la UE sobre finanzas, comercio, seguridad y otros asuntos complejos.
Para la UE, sacudida por las sucesivas crisis de deuda y refugiados, perder Reino Unido es el mayor revés en sus 60 años de esfuerzos por forjar una unidad regional tras dos devastadoras guerras mundiales.
Los líderes europeos dicen que no quieren castigar a Reino Unido, pero ante el auge de partidos nacionalistas y antieuropeos no pueden ofrecerle términos generosos que alienten a otros a seguir su ejemplo y quebrar el bloque.
Dentro de las próximas 48 horas, Tusk enviará a los otros 27 miembros un borrador con las líneas maestras de la negociación que los embajadores debatirán en Bruselas.
El Presidente del Consejo Europeo anunció que la UE intentará minimizar el costo para los ciudadanos y empresas del bloque, y que Bruselas quiere un divorcio ordenado. «Ya les echamos de menos», dijo Tusk antes de añadir: «gracias y adiós».
En tanto, AFP reportó que, minutos después de que el Presidente del Consejo Europeo recibiera la carta, Theresa May llamó a los británicos a «unirnos y trabajar juntos para lograr el mejor acuerdo posible».
Varios analistas consideran que Reino Unido podría quedarse sin Escocia e Irlanda del Norte —que en junio votaron por seguir en la UE— si el conocido descontento de ambas con el «brexit» acaba en independencia.
La regularización de la situación de los tres millones de europeos residentes en Reino Unido y el pago por parte de Londres de unos 60 000 millones de euros de compromisos presupuestarios con el bloque, son puntos esenciales en el proceso, que incluye además el comercio con los 27 y con otros países y el control migratorio.
Con este paso, Reino Unido, uno de los paradigmas continentales, se convirtió en el primer Estado que en 60 años abandona el proyecto común europeo.
