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Mujeres palestinas en una manifestación cerca de la frontera con Israel en Jabalia, en la Franja de Gaza. Autor: AFP Publicado: 31/03/2018 | 10:03 pm
Decenas de miles de palestinos acorralados en Gaza —el minúsculo territorio aislado por fuerzas militares israelíes de aire, mar y tierra— volvieron a reclamar este sábado el derecho a regresar a su tierra natal (de donde fueron violentamente expulsados en 1948) tras la sangrienta represión de la víspera, que dejó 17 muertos y más de 1 400 heridos.
Mientras los familiares de las víctimas organizaban los funerales, los manifestantes volvían a las tiendas de campaña que levantaron cerca de la protegida línea divisoria con Israel, antes de reanudar su protesta que se extenderá durante seis semanas en este enclave.
Una huelga general en los dos territorios palestinos, la Franja de Gaza y Cisjordania ocupada, fue convocada para este sábado, declarado día de luto nacional por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que acusó a las autoridades israelíes del uso indiscriminado de la fuerza.
Hasta los corresponsales de los diarios estadounidenses The Washington Post y The New York Times, defensores de una línea editorial generalmente favorable a Israel, admitieron el carácter pacífico de la Marcha por el Retorno organizada por la sociedad civil palestina.
La violenta represión, con el empleo de francotiradores que disparaban a mansalva contra los manifestantes por la espalda, quedó plasmada en filmaciones de video, divulgadas este sábado por medios internacionales de prensa, que repudiaron el criminal procedimiento del estado sionista.
Sin embargo, un portavoz del ejército israelí calificó los acontecimientos de la víspera de «actividad terrorista organizada», un pretexto acorde con el calificativo endosado por Tel Avi, con el apoyo de Washington, al Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, al que señalan como gobernante de facto en Gaza.
La «gran marcha por el derecho de retorno» coincidió con el Día de la Tierra, un homenaje que se rinde anualmente cada 30 de marzo a seis árabes israelíes muertos en 1976 en manifestaciones contra la confiscación de tierras por Israel.
Los árabes israelíes son los descendientes de los palestinos que pudieron permanecer dentro de las fronteras del Estado de Israel, tras su proclamación unilateral el 15 de mayo de 1948, por fuerzas político–militares sionistas, bien entrenadas y armadas.
La partición de Palestina en 1947 —entonces protectorado británico— decidida en una controversial votación mayoritaria de la Asamblea General de la ONU, debía dar paso a la constitución de dos estados, uno israelí y otro palestino, pero ni el organismo ni las potencias decisorias garantizaron su ejecución.
La decisión, rechazada por las naciones árabes, de hecho dejó abierto el camino para el estallido de la primera guerra árabe-israelí, que las fuerzas militares sionistas aprovecharon para echar de sus hogares a más de 700 000 residentes palestinos de sus hogares, que pasaron a ser refugiados en Gaza y naciones vecinas.
Otro de los temas de enfrentamiento entre israelíes y palestinos es el estatus de Jerusalén, desde que el presidente estadounidense Donald Trump decidiera reconocer la Ciudad Santa como capital de Israel y trasladar allí la embajada de Estados Unidos.
El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas fue informado el viernes sobre la violencia en Gaza a pedido de Kuwait, pero el encuentro terminó sin un acuerdo específico que permita poner fin a la violencia ejercida por Israel, gracias a la oposición de Estados Unidos.
Mientras, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió una investigación independiente y transparente y apeló «a los interesados para que se abstengan de cualquier acto que pudiera ocasionar más víctimas y en particular cualquier medida que pueda colocar a civiles en peligro», según afirmó su portavoz en un comunicado.
