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BUENOS AIRES, octubre 9.— Los argentinos podrían enfrentar condiciones de vida aún más duras a tenor con lo que se infiere del análisis hecho sobre el país en su informe Perspectivas Económicas Globales, que presentó este martes en Bali, Bali, Indonesia, y donde afirma que en la nación conosureña «se requieren ajustes fiscales significativos».
El documento, comentado por el diario Página 12, dice que esos ajustes se lleven a cabo «en una etapa inicial para reducir la carga del financiamiento federal y situar firmemente la deuda pública en una trayectoria descendente».
Y luego aclara que esas «reformas» deben «asegurar que los beneficios derivados de un crecimiento más fuerte y sostenido se extienden a todos los sectores de la sociedad», para lo que pide «rediseñar» lo que llama «programas de asistencia social».
«Lo curioso, dice página 12, es que el FMI adjudica la reciente “volatilidad de los mercados financieros” a la “incertidumbre persistente sobre el éxito del plan de estabilización subyacente al programa” acordado» por Argentina «con el propio Fondo Monetario».
La institución calculó una caída del PBI del 2,6 por ciento para este año y del 1,6 para 2019, peor que la estimada en el presupuesto presentado por el ejecutivo en el Congreso, apuntó el diario, y adjudica esa retracción a factores externos y a la profundización del ajuste acordado por el gobierno de Mauricio Macri con el propio organismo para acceder a un crédito stand-by.
El empréstito, ascendente a 50 mil millones de dólares y por tres años (a lo que se sumaron 7 100 millones de dólares adicionales) es rechazado virtualmente todos los días por diversos sectores sociales y sindicales. La ciudadanía ya siente los efectos de las medidas de ajuste impuestas hasta ahora para que el país accediera al crédito.
Los estimados del Fondo son aún más pesimistas que los del propio Gobierno argentino, que en su proyecto de presupuesto 2019 estimó que en 2019 la contracción del PBI sería del 0,5 por ciento, apuntó el rotativo.
Según Página 12, el FMI también rebajó en el informe las expectativas de crecimiento en toda Latinoamérica, y atribuyó en gran parte el descenso en sus cálculos a la crisis de la economía argentina.
Para la región pronosticó un crecimiento del 1,2 por ciento este año, pero para Argentina auguró contracciones del 2,6 por ciento en 2018 y de 1,6 en 2019.
El Fondo Monetario y el Gobierno argentino pactaron en junio un plan de ayuda financiera por valor de 50.000 millones de dólares y tres años de duración, a los que se sumaron 7100 millones de dólares adicionales.
«A Argentina le esperan dos años de recesión», titularon otros medios del patio al dar cuenta de la infausta noticia.
