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WASHINGTON, enero 11.— Sin ofrecer detalles operativos específicos, el Ejército de Estados Unidos anunció este viernes el inicio de su salida de Siria, tras la reducción ordenada en diciembre pasado por el presidente Donald Trump y en medio de declaraciones contradictorias de parte de su gabinete.
El coronel Sean Ryan, vocero de la coalición liderada por EE. UU. contra el Estado Islámico (EI) en Siria e Irak, se negó a discutir aspectos relacionados con el retiro de las tropas, como los plazos, lugares y movimientos en los que se producirá, pero en un correo electrónico dijo que estaba en marcha, indicó USA Today, citó en un despacho PL.
Por su parte, el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman, aseguró que «fuerzas estadounidenses se retiraron el jueves por la noche de la base militar de Rmeilan en la provincia de Hasaka (al este del país). Se trata de la primera retirada de las fuerzas estadounidenses desde que el presidente (Trump) hiciera su anuncio», resaltó AFP.
Medios locales estadounidenses consideraron que la noticia aumenta aún más la confusión acerca de los planes de la administración Trump para sacar a unos 2 200 soldados de la nación levantina, donde fueron enviados sin la anuencia del Gobierno sirio ni autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.
Funcionarios del Pentágono afirmaron desde el jueves que sus planes de salida continúan avanzando y que no ha habido cambios desde que se les dio la directiva en diciembre pasado, destacó el sitio Antiwar.
Según CNN, el Departamento de Defensa quiere mostrar a Trump y al público que está cumpliendo con las órdenes del Presidente, pese a las declaraciones del asesor de Seguridad Nacional de Trump, John Bolton, quien aseveró que la retirada estaba condicionada a circunstancias que podrían dejar a las fuerzas estadounidenses allí durante meses o incluso años.
Durante una visita a Israel el pasado fin de semana Bolton declaró a la prensa que los efectivos norteamericanos seguirían en el territorio árabe hasta que los últimos remanentes del EI sean derrotados y Turquía proporcione garantías de que no atacará a las fuerzas kurdas aliadas con Estados Unidos.
El presidente Donald Trump y su similar turco, Recep Tayyip Erdogan, conversaron sobre el tema de la seguridad de los kurdos y, si es necesario, también se conversará con Rusia sobre el asunto, declaró Bolton.
Por su parte, la vocera de la cancillería rusa, María Zajarova, destacó este mismo viernes la importancia de la participación de la comunidad kurda en el proceso de negociaciones para una solución pacífica del conflicto en Siria, tras casi ocho años de confrontación armada.
Creemos importante que los territorios desocupados, tras la salida de los militares estadounidenses, queden bajo el control del Gobierno de Siria. De esa forma, el establecimiento de un diálogo entre los kurdos y Damasco es de particular importancia, pues, después de todo, esa comunidad es una parte integral de la sociedad siria, señaló.
El retorno del control oficial sobre los territorios poblados kurdos también debería neutralizar los riesgos de seguridad de los vecinos de Siria, estimó la portavoz.
Zajarova criticó también las intenciones de Estados Unidos de imponer sanciones por ofrecer ayuda a Siria, al recordar que el único órgano con facultad para aplicar esas medidas es el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, declaró a Prensa Latina.
