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Por un trabajo decoroso y sostenible en el mundo

El Primer Vicepresidente cubano intervino en la 108va. reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo

Autor:

Juventud Rebelde

GINEBRA, junio 19.— Cuba reconoció este miércoles en Ginebra, Suiza, los éxitos conseguidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su siglo de existencia, pero llamó a reforzar el compromiso con el empleo decoroso en el mercado laboral mundial.

Al hablar en la 108va. reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, el Primer Vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, elogió la gran obra de la OIT a favor de la justicia social, la promoción del empleo digno y la protección de los derechos de los trabajadores, citó Prensa Latina.

El dirigente cubano también se reunió este miércoles con el director general de la OIT, Guy Ryder, y firmó el Libro de Oro de este organismo especializado de la ONU.

En su discurso ante la OIT destacó que mucho se ha avanzado desde que se fundara la OIT en 1919, y entre los logros enumeró los alcanzados por la comunidad internacional en materia de reconocimiento y protección de las libertades sindicales. Empleo digno, descanso remunerado, seguridad y salud en el trabajo e igualdad y no discriminación en el empleo fueron otros de los ejemplos.

No obstante, aclaró que mucho le queda aún por hacer a esa organización, que en su opinión debe continuar trabajando por resolver problemas de larga data en el ámbito del empleo y enfrentar nuevos retos, como consecuencia del ritmo vertiginoso del desarrollo tecnológico, para lograr un mundo del trabajo cada vez más digno y sostenible.

Tras manifestar la satisfacción de Cuba de ser miembro fundador de ese organismo de la ONU, aseguró que la Isla asumirá el segundo siglo de su existencia con la voluntad de continuar fortaleciendo los vínculos de cooperación con la misma.

Enfatizó, con el compromiso que siempre mostró con la protección de los derechos de los trabajadores y la construcción de un mundo más justo.

Advirtió que el contexto en el que la OIT llega a su centenario es complejo. Con mucha preocupación observamos cómo avanzan ideas y prácticas que desechan el multilateralismo como vía para la solución de los problemas globales y fomentan peligrosamente la confrontación, la retórica agresiva y la imposición.

Avanzan el irrespeto al Derecho Internacional, la violación de la Carta de las Naciones Unidas, el intervencionismo y la injerencia en los asuntos internos de los Estados, además de que crecen la desigualdad y la pobreza, debido a un orden internacional injusto, con irresponsables e insostenibles patrones de producción y consumo, e instituciones financieras poco transparentes y nada democráticas.

Dijo que 26 multimillonarios concentraron más dinero que los 3 800 millones de personas más pobres del planeta.

Alertó sobre el incremento de los efectos del cambio climático que ponen en riesgo la supervivencia del planeta, la salud y la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras, y en el mundo del empleo provocará la pérdida de millones de puestos de trabajo. Sin embargo, la principal potencia, Estados Unidos, elude sus responsabilidades históricas al retirarse del Acuerdo de París, apuntó.

A su juicio, proliferan, sobre todo en las sociedades más ricas, las ideas supremacistas, el discurso del odio, la xenofobia, la discriminación y la intolerancia, en particular contra las minorías y los migrantes, lo cual tiene particular incidencia en materia laboral.

Las minorías y los migrantes enfrentan casi siempre peores condiciones de trabajo, pocas o nulas garantías, bajísimos salarios y elevados niveles de explotación, opinó.

Durante su alocución se refirió también al aumento de la politización, la selectividad y los dobles raseros contra países en desarrollo. Naciones industrializadas, que pese a su inmensa riqueza tienen grandes retos en materia de protección de los derechos de los trabajadores y las libertades sindicales, pretenden erigirse en paradigmas mundiales y manipulan los nobles objetivos de la OIT para condenar a países del Sur que no se pliegan a sus intereses, denunció.

En esa línea lamentó que la OIT no haya estado en ocasiones exenta de estos enfoques punitivos y prácticas selectivas contra países en desarrollo.

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