Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Victoria Mediana

Autor:

José Antonio Fulgueiras

A propósito del actual Play Off

Los dos equipos de Polo Viejo se habían preparado a puertas cerradas. El término, aunque exacto, no es el que se emplea en la pelota de relieve cuando los conjuntos deciden entrenar en un estadio sin espionaje en las gradas ni un chequeador que pueda ir con la información de la táctica de bateo y fildeo al contrincante de turno.

Este, para ser más puntual en la definición, fue a talanquera cerrada. Los de Pancho Cocodrilo entrenaron en un cuartón de su finca, donde un ejército de chivas sueltas había dejado la hierba pelada al moñito, y los de Cuco Trespasos   lo hicieron en una tumba de marabú y utilizaron las cenizas de los hornos de carbón para delinear el terreno.

Ni Pancho ni Cuco anunciaron el pitcher abridor para el combate sabatino en el batey del central, aunque todo el mundo coincidía en que Juan Pistolita y Melenio Tomate serían los designados por uno y otro mentor, respectivamente.

Y así fue. Pistolita se apareció con una franela con la cual su abuelo hizo estragos en la liga Pedro Betancourt, mientras Tomate se puso un mono rojo y solo le faltaban unas hojas verdes en la cabeza para aliñarlo en una ensalada.

Los bates parecían dormir el sueño eterno, pues ni Pistolita ni Tomate permitían libertades ofensivas, solo un palomón aquí, u otro allá; un machuconcito por el cuadro, y una caravana de ponchados por uno y otro bandos.

Así llegaron a la novena entrada.

Los de Cuco se fueron de uno, dos y tres. Los de Pancho, que actuaban de home club, parecían imitarlos, pero tras el primer out, Cheíto Malangón dio un batazo largo por el centro del campo y la pelota dio caprichosamente contra el borde superior de la cerca de alambre de púas. La bola enteipada se partió en dos. Una parte cayó hacia fuera del terreno y la otra dentro del guante del jardinero central.

Entonces el «ampaya» de home se internó en los jardines, seguido de los peloteros expectantes, y con este dictamen decidió el partido:

«Una mitad de la pelota cayó en el guante de Perico y fue el segundo out, pero como la otra parte se fue de jonrón, ganan los cocodrilos de Pancho media carrera por cero».

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