Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

¡Esa muchacha me está mirando!

Autor:

JAPE

Mi nombre es Manuel de Jesús Campoamor, soy ingeniero mecánico y tengo 50 y… ¡50 años! Me conservo bien pues hago ejercicios, no bebo ni fumo, mantengo una dieta adecuada y siempre estoy al tanto de mi apariencia personal. Muchos piensan que tengo menos edad. Soy casado, tengo dos hijos, un varón y una hembra, de 22 y 21 años, respectivamente: Manolito y Elenita. Juro que practico la monogamia hasta donde me permiten mis instintos de conquistador y machista… y ahora mismo soy víctima de un acoso sexual.

Quizá no sea para tanto y solo son conjeturas, falsa alarma; pero esa joven me mira insistentemente y noto cierta alevosía en su mirada. Se ve muy joven, debe estar por los 20 años. Es verdad que la juventud está perdida. Cuando yo era joven, eh, quiero decir…, cuando era más joven, no éramos capaces de mirar a las personas mayores con tanta frescura. ¡Mucho menos que una muchacha mirara a un hombre mayor…, un poco mayor, de esa forma tan descarada!

Me sigue mirando. Es hermosa. Todas las mujeres a esa edad son hermosas. Por supuesto que hay sus excepciones, pero igual, son bellas: ¡La juventud, divino tesoro! Bueno, los menos jóvenes también tienen su atractivo…, incluso, la experiencia suele ser un anzuelo innegable. Muchas prefieren al hombre maduro. El arte lo refleja. Lo dice José José: 40 y 20, 40 y 20… y La Charanga: ¡Un papi que se pase de los 30 y no llegue a los 50, pa’ que me de la cuenta! Más o menos es así, ¡un papi de 50!

También está de moda una que dice: ¡A mí me gustan mayores, de esos que llaman señores! Yo siempre estoy al tanto de lo «último» en la calle. Escucho la música que ponen mis hijos.  Mi hija se encarga de mi look, es como… mi personal stylist… ¿Ya yo les comenté que parezco más joven… mucho más joven? ¡Y esa muchacha me sigue mirando!

Quiero aclarar que no soy un viejo verde que anda buscando muchachas jóvenes… no, no es mi estilo. Más bien soy casero. Además, y en honor a la verdad, hoy en día salir con una muchacha, cualquiera que sea la edad, y que no sea tu esposa, te cuesta un ojo de la cara, más el diez por ciento. Sí porque ya la propina es obligada… ni que fueran tan eficientes ni exclusivos.

Antes no era así… antes…, quiero decir… hace poco. Si «ligabas» a una chica había muchas posibilidades de invitarla a pasear… había lugares baratos y buenos. Hablando de eso… ¡Sí, ando con dinero! Ayer cobré, no es mucho, pero para tirar una canita al aire, como dice Alain Daniel, me alcanza. ¡Qué caramba, esto no pasa todos los días, y de verdad que la «chiquilla» está especial!

Me sigue mirando, se ríe y comenta con las amigas… No hay dudas: ¡ese huevo quiere sal! ¡Ehh!, se levanta y viene hacia mí… ¡Condón, no tengo condón! Ella seguro tiene…

Buenas tarde señor. —Buenas tardes belleza.

¿Usted es el… abuelo de Manolito? — El papá, el papá de Manolito…

Disculpe. Usted podría decirle a Manolito que Claudia María le manda saludos… y que por favor me llame cuando tenga una oportunidad.

 

 

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