Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Los asombros de 2019 (II y final)

La lista de la revista Science apunta otros alcances en 2019, y señala las principales frustraciones científicas del año

Autor:

Iris Oropesa Mecías

Entre todos los avances que pueda tener el año que culmina en cuanto a ciencia, deberíamos siempre poner primero la salud, por más que las imágenes de estrellas y acontecimientos cuánticos nos llenen los ojos de maravillas. Para saldar esa deuda, les regalamos esta vez a nuestros lectores la segunda parte de la selección iniciada la semana anterior, y comenzamos, precisamente, siguiendo los criterios de la revista Science, con el hito que lograron los biólogos sobre el antiquísimo virus del Ébola.

Virología, 1 – Ébola, 0

Ha sido nada menos que la misma persona que ayudó a descubrir el ébola, el virólogo Jean-Jacques Muyembe-Tamfum, quien ha liderado esta vez el estudio de dos medicamentos que han conseguido reducir las tasas de mortalidad de manera relevante.

Se trata de dos anticuerpos, uno aislado de un superviviente de un brote en 1996 y el otro, una mezcla de tres anticuerpos producidos en ratones con sistemas inmunes humanizados.

En un ensayo, alrededor del 70 porciento de los pacientes que recibieron uno de esos medicamentos sobrevivieron. Estos hallazgos no solo ayudarán a mejorar las posibilidades de supervivencia de los afectados, sino que también los alentarán a buscar tratamiento médico temprano en lugar de las «curas» alternativas.

La tradicional lista anual de la revista Nature ha incluido a Muyembe-Tamfum como una de las diez personalidades del año, por combatir 11 brotes de ébola con escasísimos recursos y, finalmente, lograr este indudable hito.

Se suele contar que el virólogo tomó sus primeras muestras del virus sin siquiera usar guantes ni máscara, por la falta de materiales sanitarios, y que tan solo se lavó las manos al concluir.

Fibrosis quística: enfermedad crónica tratable

En octubre, otro grupo de pacientes fue aliviado de sus penas gracias al descubrimiento de un tratamiento que aumenta la calidad de vida de personas que padecen de fibrosis quística.

Con el uso de medicamentos basados en genes, la enfermedad potencialmente mortal, caracterizada por la acumulación de fluido mucoso espeso en los pulmones y otras áreas del cuerpo, se ha vuelto mucho más tratable con el fármaco Trikafta, que es una combinación de tres medicamentos que corrige los efectos de la mutación más común detrás de la enfermedad.

Aunque sus precios son hoy elevadísimos y el fármaco debe ser tomado de por vida, el medicamento podría convertir la fibrosis quística en una enfermedad crónica más manejable. Francis S Collins, director del Centro Nacional de Salud de EE. UU.,  ha celebrado la aprobación del tratamiento, y no duda  de que en el futuro se pueda aspirar a una cura total.

Malnutrición: estudiada y desafiada

La persistencia de la desnutrición aun después de haber alimentado a los niños que la sufrían suscitó la inquietud del equipo de especialistas que se encargó este año de hallar una respuesta para la mejoría definitiva de los menores afectados.

El resultado llegó tras diez años de investigación que señalaron que la poca maduración de los microbios intestinales es la causa oculta.

Este año, un equipo internacional ideó un suplemento de bajo costo capaz de estimular el crecimiento de las bacterias beneficiosas del intestino y lo probó en una muestra de pacientes que evidenciaron marcadores sanguíneos que indican una recuperación.

 

Mirar a los ojos a un denisovano

La reconstrucción de un rostro de denisovano, una especie de homínido, a partir del ADN de los huesos de un dedo es otro de los grandes hallazgos y resultó ser el avance científico más votado de la prestigiosa revista Science.

Hace unos 50 000 años, los denisovanos habrían convivido con el Homo sapiens, así como con el neandertal, pero a diferencia de este último, los denisovanos apenas dejaron restos para el estudio.

Hace solo una década que fueron descubiertos, por esa razón, bastó una falange de dedo meñique, tres dientes y una mandíbula inferior para desafiar a los científicos a proporcionar información sobre su apariencia a través del análisis genómico de la falange. Lo asombroso es que lo lograron.

Pasos de retroceso

Además de estos innegables avances que el conocimiento y el esfuerzo permitieron antes del cierre del año, y el impacto esperanzador que tendrán en la vida de muchos, la revista Science, que cada 12 meses vuelve a proponer su lista resumen, ha añadido tres reveses de la ciencia en este calendario.

Primero, mencionan el brote de sarampión en Estados Unidos, al que hicimos referencia en esta sección hace algunos meses, al tratar el polémico tema de la tendencia antivacunas en ese país.

Con 1 276  casos reportados,  la cifra más alta desde 1992, y un repunte del virus alrededor del mundo, se alerta que la desinformación sobre las vacunas es la responsable del resurgimiento de un mal que mató a alrededor de 142 300 personas en 2018, y para el que existe una vacuna altamente efectiva. La OMS estima que los números reales son probablemente mucho más grandes y que alcanzarían hasta los 9,8 millones de afectados.

Como otro fracaso de 2019 para el mundo científico cuenta, sin que nadie lo dude, la enorme pérdida ecológica que significaron los incendios en la Amazonia, un tema tratado en detalle en entregas anteriores de esta misma sección, y que apunta a ser decisivo en el aumento de la deforestación regional.

El tercer fracaso que identifica Science está relacionado con la población avícola. Estados Unidos y Canadá han experimentado un declive masivo de poblaciones de cientos de especies de aves, como gorriones y mirlos y especies más raras.

Gracias a los datos recopilados a largo plazo en programas de monitorización, un equipo de científicos determinó que estas se han reducido en un 29 porciento, lo que corresponde a 2 900 millones de aves desde 1970.

El trabajo identifica los impactos del ser humano como principal responsable.

A estos innegables pasos de retroceso, habría que agregar, aunque Science no lo considere así, los mediocres acuerdos que arrojó la reciente cumbre COP25, la más larga cumbre del clima celebrada.

Con dos días de retraso, y un sabor amargo, esta reunión de casi 200 países no logró un acuerdo sobre el uso comercial del carbono, un tema crucial por su impacto en el medio ambiente.

Carolina Schmidt, presidenta de la cumbre, resumió el débil consenso que representó la cita al afirmar: «El mundo nos está mirando y espera soluciones concretas más ambiciosas. Por lo tanto, no estamos satisfechos».

Junto a un empuje mayor para esos que sí aportan diariamente a la ciencia, solo nos queda desear lo mismo para aquellos que no lo lograron en este 2019.

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.