K.S.: Hace cinco meses estoy con un muchacho casado. Me siento bien con él, lo quiero, es muy cariñoso conmigo y tenemos buena comunicación, pero desconocemos por qué no puedo llegar al orgasmo con él. Es la primera vez que me sucede y no sabemos qué hacer. Tratamos de solucionarlo sin logro alguno. ¿Me pueden ayudar? Él tiene 28 y yo 19 años.
¿De qué te puede servir esta imposibilidad de llegar al orgasmo con este hombre? Si es la primera vez que esto te sucede valdría la pena preguntar qué otras cosas comienzan para ti en esta relación. Llama la atención que lo primero que apuntas es su condición de casado. ¿Es un problema eso para ti?
Ese tipo de disfunción sexual suele ayudarnos al señalar algo que no marcha acorde a nuestras expectativas cuando todo parece ir de maravillas. Es un modo inconsciente de responder a lo que nos molesta, un reclamo silencioso de una respuesta que adivine nuestro deseo.
Los problemas sexuales no son exclusivos de la intimidad erótica. A veces se resuelven comentando a la pareja lo que nos gustaría, cambiando el modo de acariciar, entregándonos más a la experiencia, explorando hasta hallar lo preferido. En otras ocasiones es preciso pensar qué está fallando y es denunciado por síntomas como este de la falta de orgasmo.
Posiblemente esta no es la única vez en que vivencias cierta contradicción en relación con los otros, difícil de reconocer y plantear abiertamente. Quizá tampoco es la primera situación que enfrentas mostrando una dificultad que pone límites a la otra persona, aunque ello también tenga consecuencias negativas para ti.
Usualmente, si existen desavenencias en la pareja se imposibilita la complementación soñada, la satisfacción plena. Es necesario aclararlo y afrontarlo sin renuncia.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica y psicoanalista
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