Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

R.R.: Mi novio y yo tenemos una relación hermosa, muy sólida; en la distancia desde el inicio de la pandemia. Nos conocemos y hemos compartido, aunque la mayor parte solo por la virtualidad. Ese amor me afecta muchísimo en los estudios, no me logro concentrar como quisiera. Mi mamá prefiere que me separe, pero lo amo demasiado. Ya hemos hablado sobre eso y decidimos separarnos cuando empiecen las clases. Pero, ¿cómo conseguir separarnos si nos amamos tanto? Ayúdenme. Tengo 18 y él  20 años.

Un buen amor requiere delicados cuidados y coraje para perdurar. Nos parece muy precipitado proponer la ruptura de una relación que ha sabido sostenerse en tiempos pandémicos. Es posible que la dificultad para concentrarse se deba a otros motivos. Debemos tener en cuenta que las condiciones de estudio también se han visto afectadas. Sería necesario analizar qué te impide concentrarte, qué te ayudó a la concentración durante tus años anteriores de estudio, qué condiciones tienes garantizadas para ese aprendizaje que también se impone a solas y virtual. Tanto en las teleclases, en los sitios de nuestros ministerios de educación como en la Internet sugieren modos de estudiar.

Respecto a la relación amorosa, no aclaras una razón para romper un vínculo que parece ilusionarte. El próximo paso sería rencontrarse para amarse, mientras dure el amor.

Por otra parte, tu mamá pide la separación. Queda analizar qué parte de esa relación has transmitido a ella, quien desde su afecto materno supone que sería mejor renunciar al reto vital del amor. En resumen, habría que detenerse a intentar ver y comprender qué sucede antes de tomar decisiones precipitadas.

Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica