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China presenta el primer portacontenedores con energía para toda la vida útil del barco

Las ventajas son claras: emisiones operativas nulas, costes de combustible irrelevantes y una independencia energética total. Un buque así no depende del precio del petróleo ni de tensiones geopolíticas en las rutas de suministro

 

Autor:

Juventud Rebelde

BEIJING, diciembre 14.- El astillero estatal Jiangnan planea construir el primer buque portacontenedores de propulsión nuclear del mundo, una iniciativa que consolidaría el dominio de China en una industria que migra cada vez más hacia las energías renovables.

Lin Qingshan, vicepresidente del astillero con sede en Shanghái, declaró que se estaba diseñando un buque portacontenedores con capacidad para 25 000 toneladas, y añadió que estos barcos de nueva generación utilizarían energía atómica, afirmó.

Ma Yunxiang, presidente adjunto de la empresa matriz de Jiangnan, China State Shipbuilding Corp (CSSC), explicó que el mayor conglomerado de construcción naval del mundo construiría más cruceros, buques de perforación en aguas profundas y naves de propulsión nuclear para ascender en la cadena de valor.

Los buques diseñados por Jiangnan estarían propulsados ​​por un reactor de sales fundidas a base de torio con una potencia de 200 megavatios, explicó Lin. Añadió que se trata de uno de los seis diseños de reactores de cuarta generación reconocidos internacionalmente, con una vida útil de 40 años. Lin aclaró que los obstáculos regulatorios seguían siendo un problema para la comercialización de la tecnología, ya que aún no estaba claro que agencia gubernamental aprobaría la construcción de un buque de propulsión nuclear.

Las especificaciones más ambiciosas presentadas por el astillero apuntan a un gigante oceánico, pero sin depender de combustibles fósiles ni de repostajes constantes. La clave está en el reactor nuclear. No sería un reactor convencional de agua a presión, sino un reactor de sales fundidas alimentado con torio. En este diseño, el combustible no es sólido, sino que está disuelto en una sal líquida. Esto permite operar a baja presión y elimina los escenarios de sobrepresión. Si algo va mal, la física hace el trabajo: la reacción nuclear se frena de forma pasiva, sin intervención humana.

El torio-232 no es directamente fisible. No se fragmenta al captar un neutrón, sino que se transforma en uranio-233 y se consume de forma muy eficiente dentro del reactor. Así, prácticamente todo el torio acaba convertido en material fisible, a diferencia de un reactor de uranio, donde solo fisiona alrededor del 4-5%.

Además, el torio es cuatro veces más abundante que el uranio, genera menos residuos a largo plazo y presenta menos riesgos de proliferación. No es una idea nueva ni experimental: es una tecnología conocida y China ya opera un reactor experimental de torio.

Las ventajas son claras: autonomía durante toda la vida útil del barco, emisiones operativas nulas, costes de combustible irrelevantes y una independencia energética total. Un buque así no depende del precio del petróleo ni de tensiones geopolíticas en las rutas de suministro.

 

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