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Interrumpidos trámites por falta de carátulas

Una muestra de cómo un sencillo detalle puede obstruir los trámites de los ciudadanos, la ofrece la carta de María E. Fornaris, vecina de calle Raúl Perozo 1135, en el reparto Marimón de la ciudad de Santiago de Cuba.

Cuenta María que su hija está empantanada en los procedimientos para legalizar a su nombre la casa de la tía, ya fallecida, quien se la legó en herencia. Y no es por inconsistencia de pruebas ni asuntos oscuros, ni mucho menos. Ella tiene todos los papeles en regla.

Pero en la Dirección de la Vivienda del Distrito 4 de la ciudad, sita en el reparto Sueño, «hace más de dos meses que no se están radicando expedientes, por la insólita causa de que no hay carátulas para ellos. Y tienen que esperar que se las manden “de arriba”».

Aunque tales carátulas son oficiales, y llevan impresa una serie de datos, María se cuestiona cómo es posible que por tan sencilla razón estén detenidas las diligencias de miles de ciudadanos, quienes corren el riesgo de que sus documentos se venzan.

María no entiende —yo tampoco— «que un simple mecanismo burocrático impida el normal desarrollo de las tramitaciones oficiales».

La segunda misiva de hoy es una respuesta de la Empresa Azucarera Héctor Molina, de San Nicolás de Bari, provincia de La Habana, a la queja de Leticia Hernández, vecina de calle 11 número 1606, en ese central azucarero, aparecida aquí el pasado 7 de junio.

Como antecedente, recordemos la queja de Leticia: entonces ella relataba que, producto de un desbalance en la fase de 440 voltios que va desde ese ingenio a su casa, se le quemaron el refrigerador y la lavadora. Y le dijeron que no había reposición posible.

Al respecto, el ingeniero José M. Arias Cardeso, director general de la Empresa Azucarera Héctor Molina, señala que a raíz de los hechos, se procedió al enrollado de la máquina de refrigeración de la afectada, pero esta aún no se había instalado por no haberse podido adquirir el gas refrigerante.

Precisa que la empresa revisó entonces las líneas eléctricas del área en que reside Leticia, y estas ya no presentaban problemas. En la investigación hecha, acota, la reclamante aclaró que quien le aseveró que no había reposición posible no era la dirección de la Empresa, sino un compañero del Poder Popular.

No aclara el funcionario lo referente a la lavadora. Aun así, esperamos que el refrigerador de Leticia, afectado por causas ajenas a su voluntad, pueda recibir el gas refrigerante en un plazo no muy lejano.

La tercera carta la envía Jorge Luis León Linares, director de la Empresa de Ómnibus Urbanos de Ciudad de La Habana, en respuesta a una inquietud de la lectora Nitzy García Cruz, residente en calle Maceo número 3E13, en Cojímar, municipio capitalino de La Habana del Este.

Aclara Jorge Luis que la tarifa preferencial para los estudiantes en el transporte público sí está vigente, pero solo comprende a los alumnos universitarios, quienes deben presentar su carné de educando para disfrutar de ese beneficio.

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