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Lírica inquietud

Desde calle C, número 18117, entre Primera y Quinta, segunda ampliación de Luyanó, en el municipio capitalino de San Miguel del Padrón, escribe Francisco Álvarez Tamayo para contar las penas con respecto a su hija Claudia María Álvarez Arias.

Refiere Francisco que Claudia se encontraba estudiando Canto Lírico en la escuela de esa especialidad en la provincia de Holguín. Y la familia se domicilió con carácter permanente en la provincia de La Habana.

Se dirigieron a la unidad docente del Teatro Lírico Nacional, a fin de solicitar la admisión de la muchacha en ese centro, para que continuara sus estudios. El 24 de abril pasado, por la dirección del Teatro Lírico se efectuó una audición de la joven, con un tribunal conformado por la coordinadora docente, Consuelo Sanabria Espinosa, las maestras Conchita Franqui Alemamy y Maité Milián Guerra y la secretaria docente Blanca Gaztambide Marrero.

Como resultado de la calidad vocal, ritmo, afinación, valoración artística y actuación, el tribunal aceptó de forma expresa el traslado de la joven para continuar el segundo año, alegando que reúne todas las condiciones vocales y musicales necesarias.

En carta fechada el 26 de abril de 2013, Consuelo Sanabria Espinosa, coordinadora docente, se dirigió al director del Teatro Lírico de Holguín, comunicándole la aceptación de la estudiante Claudia María Álvarez Arias.

Sin embargo, después de haber tramitado y obtenido la baja de la escuela donde estudiaba, les comunicó la dirección del Teatro Lírico de La Habana que no aceptan a su hija, sin mediar una explicación convincente.

¿Dónde estudiará mi hija? ¿Al amparo de qué norma legal se tomó esta decisión?, pregunta Francisco.

Responde la Empresa Eléctrica

El pasado 26 de mayo reflejé aquí la insatisfacción de Hilda Trujillo, vecina de Centro Habana, acerca de la reparación de líneas eléctricas y sustitución de postes en la capital, en el sentido de que tales labores deben hacerse en tiempo prudencial.

Contaba la lectora, residente en Marqués González 108 altos, en Centro Habana, que el 17 de mayo pasado interrumpieron el servicio eléctrico a las 7:30 a.m., para trabajar en los postes de la calle Zanja, y no lo restituyeron hasta las 10:00 p.m. El lunes 20, agregaba, la interrupción fue desde las 7:00 a.m. hasta las 11:00 p.m. Y el jueves 23 abarcó desde las 6:15 a.m. hasta las 9:15 p.m.

La remitente consideraba que tales labores, con los calores reinantes, no deben alargarse. Y que, si fuera imposible acortar los ciclos de trabajo, la Empresa Eléctrica debía explicar a sus clientes las razones.

Al respecto responde Ricardo Mengana Pérez, director general de la Empresa Eléctrica de La Habana, que se visitó el 5 de junio a Hilda en su domicilio, y se le explicaron los detalles de la rehabilitación eléctrica que se lleva a cabo en la zona donde reside.

Le precisaron que dichas operaciones encierran gran complejidad, por tratarse de cambio de estructuras y de postes. Y se planifican con una semana de antelación, previa información por la radio y la prensa provinciales.

Pero tales labores, indica, no están exentas de imprevistos. El 20 de mayo, cambiando un poste, se registró una gran rotura cuando uno de los equipos de oxicorte sufrió un desperfecto. El 23 de mayo estuvieron afectados por prolongadas lluvias, y ello implicó atraso en los trabajos.

Precisa Mengana que se han identificado acciones de carácter organizativo para minimizar las afectaciones, sin comprometer la fecha de terminación de la rehabilitación de redes.

Agradezco la respuesta de la Empresa Eléctrica, y solo acoto que la misma debía habérseles dado a los clientes en el momento oportuno.

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