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Responden caso algarrobo

El 10 de noviembre del pasado año, desde Santa Cruz del Sur, en la provincia de Camagüey, el lector Eddy Tassis denunciaba aquí lo que consideró un ecocidio: una brigada de la Organización Básica Eléctrica (UEB) desguazó con motosierra un algarrobo de 20 años que alcanzaba las redes eléctricas, sin miramientos y desoyendo sus criterios de que con solo la poda podían evitar tal agresión al medio ambiente.

Al respecto responde Alexis Martínez González, jefe técnico de la UEB Santa Cruz del Sur, que esa entidad no viola los procedimientos establecidos al talar un árbol. Argumenta que la norma cubana 53-119, de 1984, epígrafe 4.3, establece que a una distancia de dos metros de la línea eléctrica solo se permitirá la siembra de césped, coberturas o arbustos cuya altura máxima sea menor o igual a tres metros.

Ello —señala— se revisó y ratificó en la norma cubana 677-1: 2009. Y el Decreto-Ley del 18 de diciembre de 1992, en su capítulo IV, artículo 18, inciso d, plantea: «contravendrá las normas de las zonas de protección de las línea aéreas, soterradas y enterradas de comunicaciones y eléctricas, el que en dichas zonas plante árboles, con la obligación de derribarlos».

No obstante, reconoce Alexis que «durante el transcurso de los años no se ha obrado correctamente, al permitir que las personas y organismos planten árboles debajo de las líneas eléctricas, sin hacer cumplir lo que está establecido en el Decreto-Ley antes mencionado».

Acepta el jefe técnico que no han sido sistemáticos a la hora de informar a la población sobre ese decreto. Por ello —agrega—, la Organización Básica Eléctrica a nivel provincial se ha dado a la tarea de divulgar esa legislación a través de los medios de difusión masiva, «para evitar esas situaciones desagradables que causan el malestar de nuestros pobladores».

Además —consigna—, se trabaja profundamente en la capacitación del personal de esa unidad, principalmente con quienes día a día intercambian con los clientes y son el eslabón fundamental para erradicar en esa entidad la desinformación y el maltrato al pueblo.

Explica Alexis que «un árbol que toca las redes provoca un daño medioambiental superior a sus beneficios, pues se convierte en un importante consumidor de electricidad. Ese consumo —prosigue—puede ser tan grande que provoque el apagón por sobrecarga en las redes; y para obtener esa energía se produce CO2 y otros gases de efecto invernadero en las plantas de generación, energía que en este caso no causa ningún beneficio social, sino más bien accidentes graves y mortales».

Reconoce también el jefe técnico que la actitud de los trabajadores de la Organización Básica Eléctrica municipal de Santa Cruz del Sur que realizaron la acción «no estuvo en correspondencia con los requisitos y valores que se exigen hoy para los hombres que laboran en una entidad que, como la nuestra, brinda un servicio vital a la población».

Ante ello, asegura Alexis que se hicieron los análisis correspondientes a lo interno, y al cliente se le ofrecieron las explicaciones y disculpas requeridas.

Sin espejuelos…

Néstor Hernández Cabello, residente en calle 202, No. 23507-A, entre 235 y 239, reparto Fontanar, La Habana, es director de Capital Humano en la Empresa Constructora Caribe, y a duras penas puede ejercer su cargo… por unos simples espejuelos.

Cuenta él que el 15 de octubre del pasado año solicitó en la Óptica Almendares la confección de unos espejuelos recetados en el Hospital Oftalmológico Ramón Pando Ferrer. La cordial empleada que confeccionó la orden le dijo que la demora sería de 40 días, pero que al mes llamara para ver si estaban terminados.

Él esperó los 40 días, y le informaron que aún no estaban, que volviera 10 o 15 días después. Así lo hizo, y todavía no estaban. A los dos meses volvió, y tampoco. El 26 de diciembre, cuando me escribió, ya con 72 días de espera, le informaron que aún no estaban listos sus espejuelos, sin que mediara información ni explicación al respecto.

«¡Al que le recetan espejuelos, es porque los necesita con urgencia!», afirma Néstor con una lógica irrebatible. ¿Cuál es la causa de las demoras en los servicios de óptica?

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