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Desubicación con su ubicación

El pasado 2 de marzo, desde Media Luna, en Granma, Mircia Negrín Atencio denunció aquí la experiencia negativa que tuvo su hija Dayai Arlen Ortiz Negrín, recién graduada de Ingeniería Informática, con la ubicación laboral para cumplir su servicio social:

La joven fue ubicada en el Banco de Crédito y Comercio (Bandec) y se presentó allí el 3 de febrero de 2022 con su boleta. La atendió la jefa de Recursos Humanos, quien le solicitó que regresara en la tarde, pues la directora no se encontraba. Así lo hizo, y la misma persona que le había atendido le dijo que ella no podía cumplir allí su servicio social, porque esa entidad no había solicitado ingenieros informáticos.

Entonces Mircia fue a la Dirección Municipal de Trabajo y contó lo sucedido allí le expresaron que no era necesario que Dayai pasara su servicio social allí, que podía ser en otro lugar donde fuera bien recibida. Además, que el lunes 7 se reunirían y le darían solución al caso. El 7 llamó y le informaron que la recibirían en la ONAT, mas primero debía ir a Bandec a pedir una carta de liberación. Y junto con una de aceptación que debían darle en la ONAT, ir a la Dirección Provincial de Trabajo a que le hicieran el cambio.

«Mi hija se presentó en Bandec a solicitar su carta de liberación el 8 de febrero; y hoy 28 de febrero todavía no hay respuesta de nada, decía. Ya ha pasado el mes en que se le otorgó su boleta de ubicación y nada. Escribí a Atención a la Población de la Dirección Provincial de Trabajo y del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, y ni una explicación.

«¿Por qué una simple carta de liberación puede demorar tanto? Imagine que para la de aceptación sean 20 días más. ¿Por qué mi hija no está pasando su servicio social ya?», concluía.

Responde Yannia Columbié de la Cruz, directora provincial de Trabajo y Seguridad Social en Granma, que en visita hecha el 3 de marzo a la Dirección Municipal de Trabajo y Seguridad Social de Media Luna, se comprobó que en el territorio, como no satisfacía la demanda con la disponibilidad de graduados en esa especialidad, había dos pendientes de ubicación para completar el plan de distribución, que se confecciona siempre con antelación a las asambleas de ubicación laboral.

Y fue cuando la especialista del municipio, responsable de ese proceso se dirigió a Bandec para darle ubicación laboral a los pendientes que se iban a graduar. En ese momento la directora de Bandec en el municipio aceptó, pero no hubo documento firmado por ambas partes de la aceptación de esa especialidad, aunque estaba fuera de la demanda de ellos. Es por eso que cuando se realizó la asamblea la estudiante escogió Bandec. Y cuando se presentó le informaron que ella no estaba demandada.

En la visita se detectó que no había evidencia firmada por parte de la directora, de que aceptaría a un ingeniero informático fuera de demanda. Todo se hizo verbalmente. No hubo seguimiento por parte de la especialista a la ubicación de Dayai, y no les comunicó   al director y la subdirectora municipal la problemática existente.

Tampoco lo informó a la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, donde se hubiese gestionado su ubicación por entidades que solicitaban esa especialidad. Además, el director provincial de Bandec no conocía del problema. No orientó correctamente a la egresada al solicitar la carta de liberación de Bandec, cuando lo que se requería era gestionar la ubicación laboral para el cumplimiento del servicio social. Y fue cuando salió de término el proceso.

La subdirectora de Empleo de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, junto a la especialista provincial que atiende las ubicaciones laborales de los egresados, visitaron a la recién graduada y a su mamá, y explicaron cómo era el procedimiento que se debía realizar.

De inmediato, se le dio solución a la ubicación laboral con diferentes propuestas de entidades que solicitaban esa especialidad, como la Dirección Municipal de Planificación Física y la Dirección Municipal de Finanzas y Precios. Y Dayai aceptó cumplir el servicio social en esta última. Debía presentarse para la formalización del contrato el 4 de abril pasado.

Cuando publiqué el reclamo de Mircia el pasado 2 de marzo, comenté: «Hay desatinos que a estas alturas no deberían suceder, so pena de frustrar a un joven profesional». Ojalá que la joven haya sobrepasado tan fatídica experiencia en su definitiva ubicación para adiestrarse. Y a los responsables de tanta ligereza, ¿nada les sucedió?

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