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Defunciones que no aparecen

Fernando Rojas (calle Prolongación de Caridad, No.4, entre Ceiba y 1ra., Regla, La Habana) relata que desde el año pasado su esposa está intentando infructuosamente sacar las certificaciones de defunción de su mamá y su abuela, para poder resolver la titularidad de una vivienda que dejó la segunda de las dos.

Manifiesta que fueron en varias ocasiones al Registro Civil de Regla. Y nada. Les explicaron a quienes les atendieron, les dieron los datos, y nada. La respuesta ha sido que tienen que esperar, desde febrero de 2022.

«¿Cómo es que no aparecen, cuestiona, si ellas fallecieron una en 2003 y la otra en 2008, y hay documentos que son de otros siglos y aparecen hasta el último detalle?

«No entiendo, fuimos hasta el cementerio que debe estar todo registrado, y nos dijeron que estaban pasando todos los libros a las máquinas y no podían.

«¿Cuánto tiempo tenemos que esperar para poder arreglar los documentos de la vivienda de mi esposa? ¿Qué debemos  hacer para que nos puedan ayudar? ¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar?», concluye Fernando.

Hicieron lo suyo y orientaron hacia saneamiento básico

El 28 de noviembre de 2022, y desde el edificio sito en Avenida 23 A, No. 23020, apto. 2, entre 230 y 234, en el municipio capitalino de La Lisa, Raúl Torricella Morales denunció aquí que allí vivían entre aguas albañales.

Señalaba que  hacía ¡más de seis meses! corría frente a ese inmueble un río de aguas sucias, que fluía desde otro edificio ubicado en calle 35, esquina a 232. El desagüe de la fosa de ese inmueble, que vertía hacia la calle y corría por todo 232 hasta 23 A, y de allí hacia 230 y 234. Y como si fuera poco, desde la alcantarilla fluían albañales de otros dos edificios.

«Un mar de albañales, que se mezcla con salideros de agua potable, decía. Lo ha planteado nuestra delegada en numerosas ocasiones y a diferentes instancias: Vivienda, Aguas de La Habana… Y la solución no llega.

«Seguimos esperando. Este problema no es de una familia ni de un edificio, sino que abarca toda una zona, donde el mal olor y el peligro de contaminación nos amenazan constantemente», terminaba Torricella.

Al respecto, responde Mariyorkis Medina Merencio, jefa del Departamento de Atención al Cliente de la empresa Aguas de La Habana, que «en inspección técnica realizada al lugar de referencia, Ilgalize Friol Hernández, inspectora del territorio, comprobó que esos edificios tienen las redes interiores en mal estado».

Por ello, precisa, se orientó a los vecinos afectados tramitar en la Empresa de Saneamiento Básico de La Habana (calle 51 y 124, teléfono 72624442, municipio de Marianao);  y en la Dirección Municipal de la Vivienda, los servicios de escombreo y limpieza de las fosas de los edificios, para la solución definitiva de la queja. 

Añade que «Aguas de La Habana ejecutó las labores de mantenimiento a la línea de alcantarillado y la limpieza de la batería de tragantes del drenaje pluvial. No obstante, esa no es la solución definitiva al problema, toda vez que el trabajo debe concluirlo la Empresa de Saneamiento Básico de La Habana».

Esperamos que la Empresa de Saneamiento Básico de La Habana nos notifique con la respuesta correspondiente.

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