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Atrapado por la burocracia

Si no es récord, es un buen average lo que ha sufrido Elioirci Ochoa Rivera por más de nueve meses, esperando por una subsanación de errores a su certificación de nacimiento desde el Registro Civil de Baire, en Santiago de Cuba.

Ochoa, quien vive en calle 7ma., No. 2, entre E y F, en el poblado de Gaspar, municipio avileño de Baraguá, cuenta que a fines de marzo de 2022 pagó 90 pesos en el Registro Civil de Baraguá para ese trámite, y le atendió profesionalmente la registradora Herisleidy Hidalgo Santiago, quien insertó dicho documento en la  computadora, lo envió al Registro Civil de Baire, y le informó que debía esperar 15 días hábiles para que en Baire, sitio de origen, completaran el trámite y lo enviaran.

«Pero no fue así, dice. Aún estoy esperando respuesta. He ido hasta dos veces al mes al Registro Civil de Baraguá, y algunas veces ha habido problemas de conexión, en otras falta de fluido eléctrico. Para mí era comprensible por los problemas que había en esos momentos con el sistema electroenergético nacional, pero siguieron pasando los meses y dicho documento nunca fue enviado».

La registradora que siempre le ha atendido allí ha  llamado incesantemente al Registro Civil de Baire, y siempre le da ocupado el teléfono. No ha logrado comunicarse. En los primeros días de diciembre pasado, Ochoa volvió al Registro Civil de Baraguá, y fue atendido por Herisleidy, quien llamó a Sadis Sánchez, la directora, y le contó los pormenores del caso.

Al fin lograron comunicar con el Registro Civil de Baire, y allí les dijeron que en una semana estaría la respuesta. Al pasar el plazo, Ochoa volvió y aún no había solución. Solo se habían podido comunicar con el Registro Civil de Baire por teléfono una sola vez, a pesar de que han insistido en reiteradas ocasiones, y siempre da ocupado.

El pasado 12 de enero, Ochoa volvió al Registro Civil de Baraguá, y de nuevo fue atendido por Herisleidy, quien buscó en la computadora y le comunicó que todavía no habían enviado dicha subsanación de errores.

«¿De quién es la irresponsabilidad, que en más de nueve meses no han podido arreglar una letra a mi nombre?, reclama. Mi hijo no ha podido sacar su carné de identidad haciéndole falta. Pienso que en el Registro Civil de Baire debe haber una persona que revise toda la documentación y que vele porque los pedidos salgan en tiempo y forma; y no sea como en mi caso, que estoy esperando hace nueve meses y 16 días del mes de enero de 2023 y aún nada. Atentamente, alguien que ha sido atrapado por la burocracia», concluye.

Solucionando vertimiento de meses

El 20 de octubre de 2022, y desde
Cádiz 18, entre Fernandina y Castillo en el Cerro, La Habana, Pedro Arturo Menéndez García decía aquí que desde hacía varios meses, por la calle Monte desde la Esquina de Tejas bajando hacia Cuatro Caminos, corría un río de aguas albañales que, unido a la tupición de las alcantarillas, hacía casi imposible caminar por allí.

«Pienso que no hay que esperar por una visita gubernamental a este consejo popular para entonces trazar planes. Pero invito a que visiten las calles y verán que si lugares como El Fanguito han sido beneficiados por haber sido peligrosos, estos bien merecen que se haga algo para ver si toman alguna medida contra una situación realmente insoportable», terminaba.

Responde Mariyorkis Medina Merencio, jefa del Departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana, que el vertimiento albañal fue solucionado por la brigada de la Base de Saneamiento Centro, que realizó mantenimiento  en la calle Monte en el sistema de alcantarillado, desde Romay hasta Castillo. Después se ejecutó corte en la línea en Monte y Castillo con retroexcavadora y brigada, además de cambiar dos metros de tubería de ocho milímetros. Y Pedro Arturo firmó su conformidad con el trabajo realizado.

Gracias por la solución y respuesta. Solo faltó explicar por qué si llevaba meses, no pudo resolverse antes.

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