Acuse de recibo
LA falta de compromiso estatal con el pago de las producciones contratadas con los campesinos es denunciada aquí una vez más; esta vez por Ileana Santos Maristán, residente en Onelio Hernández esquina a Bembeta, en el reparto Vista Hermosa, de la ciudad de Ciego de Ávila.
Cuenta Ileana, propietaria de la finca La Paula, en Ceballos, que tiene debidamente contratadas y cumplidas sus producciones de aguacate con la Unidad Empresarial de Base (UEB) de Frutas Selectas de Ciego de Ávila, entidad que le debe 1 293.85 MLC por entregas realizadas en julio, agosto y septiembre de 2022.
Precisa que esa UEB forma parte de una empresa nacional con la cual está conciliada la deuda, pero no sabe cuándo pueda pagar, le han respondido las tantas veces que ha ido a reclamar; y en el contrato está pactado para 30 días el compromiso de pago.
«Esta falta de seriedad con la letra de lo acordado mina la confianza del campesino, y nos impide seguir invirtiendo para crecer en la producción, lo cual se sabe que es urgencia para el país», concluye Ileana.
¿Hasta cuándo esta columna va a reflejar el vergonzoso impago de empresas estatales con el productor agrícola sin que pase nada, en medio de tantas insatisfacciones con la producción agropecuaria en el país?
El pasado 10 de julio, y desde Martínez 474, apto. 2, entre A y Pocito, Jesús del Monte, Diez de Octubre, La Habana, Yrineo Mederos Leyva contó aquí la desatención que tuvo la queja que presentó en febrero de 2023 en las oficinas de Aguas de La Habana de Avenida de Acosta y Avellaneda, en ese municipio.
El reporte, contaba, era por dos salideros de agua potable en la cuadra donde reside. Insistió en que ese problema no debía tener demora en solucionarse, porque además del ahorro, el río de agua se proyectaba hacia los cimientos de la casa número 478, con las consabidas afectaciones futuras.
Resaltaba a su vez en que esos salideros debilitaban el caudal de agua para las viviendas de esa cuadra, llegando a veces a entrar con poca fuerza o no entrar.
«En reiteradas ocasiones he hablado con el jefe territorial de esa entidad, llamado Dayron, quien se ha comprometido a enviar a un técnico o la brigada. Y todavía lo estamos esperando.
«¿Quién puede entender que hace más de cuatro meses que reporté esos salideros y aún están pendientes? Y el día 2 de este mes, el periódico Tribuna de La Habana publicó un artículo que tituló: Abasto de agua: muy tensa la situación en la capital», concluía.
Al respecto, responde Mariyorkis medina Merencio, jefa del Departamento de Atención al Cliente de Aguas de La Habana, que «luego de la inspección efectuada a la dirección antes mencionada, por parte del jefe territorial, Dayron Rodríguez Díaz, pudo constatarse que la brigada de la Base de Acueducto Centro ejecutó las acciones de reparación del conducto de 110
milímetros (cuatro pulgadas), el cual se encontraba en muy mal estado».
Añade que «estos trabajos permitieron solucionar ambos salideros, que hacía cuatro meses derramaban agua potable en el lugar de referencia citado por el cliente Yrineo Mederos Leyva, y quedó solucionada la queja. Asimismo, el compañero firmó conforme».
Alegra saber que ya se solucionó el problema, pero esta es una clásica respuesta superficial y al paso, que elude el análisis profundo. Sí, porque Yrineo reportó los dos salideros de agua potable en la sede municipal de Aguas de La Habana en febrero de 2023. Y en reiteradas ocasiones habló con el propio jefe Dayron, que prometió enviar a un técnico o la brigada. Y nunca nadie fue allí.
Por demás, ahora se informa que el propio Dayron sí hizo la inspección al sitio (¿después de lo publicado?) y se hicieron los trabajos. ¿Hubo que esperar a que se revelara la queja de Yrineo para que todo fluyera como no se hizo antes? ¿Cuánta agua potable se desperdició impunemente en más de cuatro meses?
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