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¿Falla digital o indolencia humana?

Desde la localidad de Babiney, en el municipio granmense de Cauto Cristo, Yonatan Moisés Fonseca Hernández relata el laberinto virtual que sufrió a partir del pasado 18 de febrero, ahora que supuestamente todo se digitaliza.

Cuenta que ese día intentó pagar una multa de 5 000 pesos por Transfermóvil. Sí, intentó, porque el Banco de Desarrollo y Comercio (Bandec) le envió entonces el siguiente mensaje: «Falló el pago de la multa. Vuelva a intentarlo, si persiste el problema, contacte con Etecsa».

Al volver a intentarlo, añade, Bandec le envió este mensaje: «Falló el pago de la multa. Banco Bandec: Saldo insuficiente». Le había descontado 4850 pesos, resultado de tres por ciento de bonificación.

Por razones personales, Yonatan no pudo ir de inmediato a la Oficina de Cobro de Multas ni al Banco. Y la multa se duplicó (solo faltaba un día de plazo cuando intentó el pago).

Le notificaron de la Oficina de Multas que la tenía  duplicada. Fue el martes cinco de marzo y ya se habían ido. Eran poco más de las dos de la tarde. Volvió el viernes ocho a las 11 de la mañana, y le dijeron que tenía que ver a la jefa y ya se había ido.

Ese mismo día Yonatan aprovechó, y como había corriente eléctrica, sacó un documento en el Banco que atestiguaba que había hecho el pago. El lunes 11 de marzo fue a la Oficina de Cobro de Multas, y la jefa no había ido, porque estaba enferma. Pero logró hablar con ella por teléfono y le dijo que necesitaba contactarla y verla. Que no podía seguir perdiendo el tiempo, y se le estaban echando a perder viandas y y tomate (evidentemente un agricultor).

El martes 12 de febrero al fin la encontró en la Oficina de Cobro de Multas. Y ella lo llamó mentiroso, que no había ido de tarde ni nada de eso. Que la culpa era de él, pues se había equivocado. Y la tenía que pagar de nuevo, pues ella no podía hacer nada.

Yonatan le respondió que no se iba a ir hasta que no  resolviera el problema. Que llamara a la provincia o a La Habana, a ver qué podía hacer. Y se sentó a esperar.

«Ella siguió trabajando ignorándome, afirma, pensando que me iba a cansar de esperar y me iba a ir. Pero no fue así. Y no tuvo más remedio que llamar. Al comunicarse con su jefe en la provincia, este le dijo que sí se había hecho una transacción ese día y a esa hora. Que aparecía en el mensaje que le mostré en mi teléfono, pero no sabía por qué no había cancelado la multa. Que era problema del sistema, y lo iban a solucionar. Que la llamaba en un rato.

«Esperé, y al ver que no llamaban me fui. Me he presentado en la oficina, he llamado, pero dicen que aún no los han llamado. Que ya ellos no pueden hacer nada. «¿Acaso no pueden volver a llamarlos, porque con tantos problemas y estrés  se les puede haber olvidado? Pero no. Ni eso hacen. Luego de que me acusaron de un error que no cometí, ahora no se preocupan.

«Claro, como soy yo el que tiene que pagar de nuevo y ahora una mayor cantidad… Necesito respuesta pronto. Aunque no lo crean, uno vive en constante estrés por la situación que estamos viviendo,  y a eso añádale más problemas que no deben ser tan complejos de resolver. Te cargas más de situaciones estresantes», concluye.

Plaza «ocupada» por quien ya no está allí

Jorge Miranda Miranda, profesor de Geografía en la escuela secundaria básica 23 de Diciembre, de la ciudad de Sancti Spíritus, cuenta que desde diciembre de 2022 hasta enero de 2024 se ha desempeñado en esa institución con un contrato por horas de clase, porque supuestamente las plazas de esa asignatura estaban cubiertas.

Pero asegura que no es así como le dicen, pues existe una plaza cubierta aún por una persona que la abandonó hace alrededor de dos años y medio. Y eso le impide a él  cubrirla por un contrato por tiempo determinado y recibir un salario mayor, a partir de los aumentos que se registran en ese sector desde este año 2024.

«La plaza sigue cubierta por esa persona que no trabaja en el sector educacional, afirma. Y aún no se le ha dado de  baja. Ya  mi inquietud fue transmitida a la dirección de la escuela, al sindicato y hasta la Dirección Municipal de Educación en Sancti Spíritus. Y aún sigo sin respuesta y sin resolver ese problema, máxime si se tiene en cuenta el déficit de cobertura docente existente en esta provincia», concluye.

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