Acuse de recibo
«Tras la huella de un teléfono muerto», así titulé la historia de Margarita Barrios Sánchez, publicada aquí el 26 de abril pasado: El servicio telefónico fijo de su casa (Masó, Nro. 156, apto. 3, municipio habanero de Cerro) presentaba interrupciones reiteradas desde el 26 de diciembre de 2024.
Contó que el 27 de diciembre lo reportó al 114. Pasaron días y se acercó a unos trabajadores de Etecsa que laboraban en un poste cercano. Les contó la situación. Buscaron entre los reportes que llevaban, y no estaba el de ella. Hay un cable con problemas, dijo uno de ellos. Son muchos teléfonos interrumpidos, y los reportes que tengo son de noviembre, anteriores al suyo.
El 31 de enero pasado ella acudió a Atención a la Población de Etecsa en Carlos III. Allí la atendió Inés, muy amable. Le dijo que había una coraza que se había inundado, y a partir de eso, el cable 84 tenía problemas. Afectaba a 200 teléfonos, incluido el suyo. Y aunque se trabajaba, la recuperación sería lenta. Que Margarita la llamara para saber si ya se lo habían reparado. Y le solicitó el número de su móvil. El 19 de enero Inés la llamó al móvil, y ella le informó que su teléfono seguía «muerto». Inés le dijo que se laboraba en eso y pronto estaría reparado. Le dio un plazo de unos 20 días.
El 13 de marzo Margarita descubrió que su teléfono tenía tono. Revisó el Nauta Hogar y estaba perfecto. Todo funcionaba. Y el 18 de marzo ya estaba desconectado. Lo reportó de nuevo, y le dijeron que tenía un falso contacto y el problema con el cable venía de unas lluvias en junio de 2024. Ella aludió a que su teléfono se rompió en diciembre. Le respondieron que eran muchos los averiados, y el de ella uno más. Margarita insistió en que un falso contacto causa problemas en la conexión, y su teléfono cuando funcionó esos cinco días lo hizo perfecto. Le respondieron al final que así estaba reportado por los técnicos.
El 20 de marzo ella contactó a Inés, quien le dijo que su reporte estaba abierto, su teléfono no había sido reparado. Y argumentó: la lluvia, la coraza, el cable… Que debía tener paciencia. Margarita dijo que cómo se podía entender que su teléfono tuviera tantos problemas y hubiera funcionado perfectamente durante cinco días sin ruido, con una conexión eficiente del Nauta. Inés respondió: Mi trabajo es este, yo no he estado nunca en un poste. No te puedo contestar eso.
El 7 de abril de nuevo el teléfono «resucitó», y con conexión a internet. Y a los dos días «muerto». Al llamar al 114 y el 118 le dijeron que el reporte suyo estaba cerrado por los reparadores. O sea, resuelto. Y al contar la «verdad verdadera», le indicaron que debía hacer de nuevo el reporte en el 114.
Esta larga historia vuelve a comenzar, decía. Su esposo, teniente coronel jubilado del Minint está contratado como asesor en el policíaco cubano Tras la huella. Y ella es periodista de Radio Reloj; razones por las que el teléfono y la conexión a internet son imprescindibles para sus labores, concluía.
Responde Aymee González Hernández, directora de Protección al Consumidor de Etecsa, que el servicio telefónico de Margarita pertenece a un cable que en los últimos meses ha presentado interrupciones por obsolescencia tecnológica y una afectación provocada por un salidero de agua en el soterrado. Y esos conductos son de uso común con otras entidades. Por ello se complejizan los trabajos a realizar. Ya se efectúan acciones técnicas para el restablecimiento gradual de los servicios.
La investigación hecha, dice, constató que Margarita disfrutó del servicio de forma inestable durante febrero y marzo. Y se verificó en el sistema informático correspondiente la aplicación de los ajustes por días sin servicio, según el proceder comercial, de enero a marzo de 2025.
El 26 de abril, añade, directivos del centro de telecomunicaciones de su zona de residencia la visitaron y se solucionó la interrupción. En el encuentro se abordaron temas sobre la interrupción. Se explicó que en ocasiones al trabajar sobre un cable pueden ocurrir fallas en otros servicios soportados en él. Y Margarita expresó su conformidad con la atención y los argumentos brindados.
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