Acuse de recibo
El pasado 14 de mayo, desde El Caney, Santiago de Cuba, Jorge Emilio Pérez Quintana contó que trabajaba en la Marina Marlin de esa ciudad; y al presentar su jubilación en septiembre de 2024, con la idea de recontratarse, la Jefa de Recursos Humanos le planteó que, según el Director de la Marina, no hacía falta.
«¿No hacía falta?», cuestionaba, y decía que en la plaza suya eran cuatro compañeros laborando 24 horas. Y días atrás, habían sacado a dos, pues el calificador de cargos señalaba que para ocupar esa plaza debían ser graduados de nivel superior, y no lo eran. Había un tercero de licencia sin sueldo. O sea, entonces el único titular en el departamento era Jorge Emilio. Y al salir los dos de marras, comenzaron a trabajar él y un compañero que se desempeña como buzo y es Licenciado en Cultura Física.
«La conclusión que saqué a la respuesta que dieron a mi solicitud de recontratarme, decía, fue que mi presencia no era “deseada” allí. Y ya había aprendido con la vida que donde no soy deseado, sobro. Decidí jubilarme definitivamente».
En octubre de 2024, Jorge Emilio fue citado a Seguridad Social, y le dijeron que su último día de labor sería el 30 de noviembre de 2024. Y desde diciembre de 2024, él solicitaba a la Marlin su expediente laboral, para contratarse en una institución educativa, pues él es graduado del Instituto Superior Pedagógico de Santiago de Cuba. Pero en la Marina alegaban que, hasta que no se pagaran las utilidades del último trimestre de 2024, no le podían entregar su expediente.
«¿Por qué razón, estando yo ya jubilado por más de cinco meses, insistía, no quieren entregarme mi expediente laboral, documento que cada quien que se jubila debería tener en su poder? Me dicen que si me lo dan, no me pagan las utilidades, algo con lo que no estoy de acuerdo. E indicaba que, sin embargo, a principios de 2024 se les pagaron utilidades de 2023 a personas que habían laborado en la Marina y que llevaban, por una razón u otra, tiempo fuera de esta. Varios de ellos laboraban en otros lugares ya con sus expedientes laborales.
«Creo que he esperado suficiente, decía. He llamado en reiteradas ocasiones y siempre es la misma respuesta. Llevo más de cinco meses con esta situación, y todavía nada, Incluso, me dirigí a la Fiscalía Municipal a presentar una queja por todo lo expuesto. Llamaron desde allí por teléfono en mi presencia a la compañera de Recursos Humanos de la Marina, y esta quedó en darme el expediente. En Fiscalía quedaron en darle seguimiento al caso. Pero hoy, 14 de mayo, sigo sin tener lo que he bautizado como “el expediente de la discordia”».
Al respecto, responde Zoraida Lozano González, delegada del Ministerio de Turismo en Santiago de Cuba, que Jorge Emilio había culminado su vínculo laboral en la Marlin desde noviembre de 2024, por aprobarse el trámite de jubilación. Y en abril de 2025 presentó queja en la Fiscalía Municipal, por la negativa de la Marlin a entregarle su expediente laboral.
Y ante llamada hecha por la Fiscal que atendió el caso a la especialista de Recursos humanos de la Marlin (Isabel Teleña Canedo), esta citó al trabajador para que acudiera a la entidad a recibir su expediente laboral el 8 de mayo, lo que no pudo materializarse porque al personarse Pérez Quintana en la entidad, la especialista no se encontraba, y por teléfono le trasmitió que lo llamaría con posterioridad para la entrega.
Transcurrieron unos días, y al ver que no recibía llamada alguna, Pérez Quintana decidió escribir al sitio Acuse de Recibo del periódico Juventud Rebelde en busca de ayuda a su petición. A raíz de publicarse la queja, agrega, se le hizo saber al Director de la Marlin de esta, y se procedió el 17 de mayo a la entrega del expediente laboral al trabajador en su domicilio.
Precisa que, en el análisis del caso, se ha considerado declarar Con Razón la queja de Jorge Emilio, al comprobarse que, ciertamente, se incumplió la entrega en la fecha pactada con el trabajador. Señala la directiva que tales consideraciones fueron puestas en conocimiento de la Dirección de la Marlin para que se realicen los análisis pertinentes y se adopten las medidas disciplinarias y administrativas según correspondan, en virtud de los hechos que se deben informar en el término de 15 días hábiles a la delegación del Ministerio de Turismo en Santiago de Cuba.
Agradezco la respuesta, mas, lo triste es que el trabajador estuvo cinco meses solicitando su expediente ante la negativa de la administración de la Marlin. Y con su queja a la Fiscalía municipal fue que la Marlin se comprometió a entregárselo. Y ni así lo cumplió. Tuvo que escribir a esta columna para que se cumpliera lo que con razón reclamaba. Esperamos que la Marlin nos haga llegar las medidas administrativas y disciplinarias que se adoptaron con quienes le negaban su expediente a ese trabajador.
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