Acuse de recibo
Jorge Emilio Pérez Quintana (Eduardo Domínguez No.34, El Caney, Santiago de Cuba) cuenta que fue trabajador de la Marina Marlin de esa ciudad. Y al presentar su jubilación en septiembre de 2024, con la idea de recontratarse, la Jefa de Recursos Humanos le planteó que según el Director de la Marina, no hacía falta.
«¿No hacía falta?», cuestiona, y argumenta:
En la plaza suya, Operativo de Puerto en el Puesto de Mando de la Marina, eran cuatro compañeros trabajando 24 horas. Y días atrás, habían sacado a dos, pues el calificador de cargos señalaba que para ocupar esa plaza, era requisito ser graduado de nivel superior. Y esos dos no lo eran.
Además, había un tercero que estaba de licencia sin sueldo. O sea, en ese momento el único titular en el departamento era Jorge Emilio. Y al salir los dos de marras, comenzaron a trabajar él y un compañero que se desempeña como buzo y Licenciado en Cultura Física, con un horario arreglado hasta las 17 horas, pues eran solo dos.
«La conclusión que saqué a la respuesta que dieron a mi solicitud de recontratarme, afirma, fue que mi presencia no era “deseada” allí. Y ya había aprendido con la vida que donde no soy deseado, sobro. Decidí jubilarme definitivamente».
En octubre de 2024 Jorge Emilio fue citado a Seguridad Social, donde le dijeron que su último día de trabajo sería el 30 de noviembre de 2024. Y desde diciembre de 2024, el hombre está solicitando a la Marina Marlin su expediente laboral, con la idea de contratarse en una institución educativa, ante la falta de docentes, pues él es graduado del Instituto Superior Pedagógico de Santiago de Cuba en la especialidad de Inglés.
Sin embargo, en la Marina alegan que, hasta que no se paguen las utilidades del último trimestre de 2024, no le pueden entregar su expediente, el cual se lo han solicitado en cuanta institución educacional ha ido a buscar empleo.
«¿Por qué razón estando yo ya jubilado por más de cinco meses, no me quieren entregar mi expediente laboral, documento que cada quien que se jubila debería tener en su poder? Me dicen que si me dan el expediente, no me pagan las utilidades, algo con lo que no estoy de acuerdo. Estas no son repartidas por igual. Sé que me tocarán las menos, pero me pertenecen».
Y argumenta que, sin embargo, a principios de 2024, se les pagaron utilidades de 2023 a personas que habían laborado en la Marina y que llevaban, por una razón u otra, tiempo fuera de esta. Varios de ellos estaban trabajando en otros lugares ya con su expediente laboral.
«Creo que he esperado suficiente. He llamado en reiteradas ocasiones y siempre la misma respuesta. Llevo más de cinco meses con esta situación y todavía nada, Incluso, me dirigí a la Fiscalía Municipal a presentar una queja por todo lo expuesto. Llamaron desde allí por teléfono, y en mi presencia, a la compañera de Recursos Humanos de la Marina, y esta quedó de darme el expediente. En Fiscalía quedaron en darle seguimiento al caso. Pero hoy, 14 de mayo, sigo sin tener lo que he bautizado como “el expediente de la discordia”».
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