Acuse de recibo
Juan Carlos López González (calle 114, No. 7117, entre 71 y 73, Güines, Mayabeque) laboró como carpintero en la cooperativa de producción y reparación de muebles de Güines, y hoy alerta que su propósito de jubilarse se ve demorado y obstaculizado.
Refiere que en este 2025 solo pudo laborar en enero y febrero, y permanece aguardando por su trámite. Precisa que cuando se personó la representante de la cooperativa en Seguridad Social en el municipio, le alegaron que no se puede cumplir el trámite, porque se prevén nuevas normativas que aún no tienen respuesta.
«Tengo una madre y una tía encamada bajo los cuidados de mi hermana y mío, afirma. Mi hermana aún trabaja porque tiene 59 años. Para que ella pueda cumplir con su labor asumo y pago la seguridad social mes por mes de 400 pesos, incluso sin recibir ingreso alguno, porque hay que estar activo para poder jubilarse cuando lleguen al fin esas dichosas normas o leyes para las cooperativas.
«Esta situación me ha perjudicado grandemente: porque de haber efectuado el trámite en enero de este año ya hubiera recibido al menos cuatro pensiones por jubilación. No recibo ingreso alguno desde marzo, y tengo que seguir sobreviviendo con las pensiones de mi tía de 90 años y mi madre de 95, más el salario de mi hermana, lo que es insuficiente para mantener una familia de cuatro personas, conociendo los precios de los productos de aseo, medicamentos y alimentos que hay que comprar.
«Por favor, necesito que valoren mi situación y respondan a la mayor brevedad, porque me encuentro desesperado por esta situación y ni siquiera Seguridad Social se proyecta con alguna respuesta», concluye.
Fernando Perera Cumerma (calle 4 A, No. 10 604, Casino Deportivo, Cerro, La Habana) cuenta que los residentes en ese reparto estuvieron meses en 2023 sin servicio telefónico, esperando la puesta en marcha de una nueva planta que les daría, según decían, un servicio que les haría olvidar los penosos problemas de antaño.
Y pasado algún tiempo, añade, comenzaron a surgir diversos problemas. En su caso, tuvo que reportar la falta de comunicación de su número, el 7 637 1166. Y obtuvo una rápida solución.
Pero ya, dice, hace más de tres meses que el teléfono está sin corriente. Cuando él lo reportó le dijeron que, al igual que otros equipos en el barrio, presentaba problemas con el par, cuya solución requería la intervención de una brigada especializada.
Desde entonces, llamó al 113 varias veces, y recibía la misma respuesta. Después llamó al 118 y le dijeron que debía personarse a plantear el problema en un centro ubicado en otro municipio muy lejos, el de Diez de Octubre, al que le cuesta acceder dada su edad casi octogenaria y sin transporte.
La mencionada brigada, señala, ha ido en varias ocasiones, ha reparado los pares de vecinos muy cercanos, pero no ha traído la orden para arreglar el suyo ni los de otros muy próximos.
«Mi esposa y yo, afirma, somos adultos mayores que necesitamos tener asegurada una vía de comunicación disponible ante cualquier situación de emergencia. Hasta ahora estuvimos dependiendo de un teléfono móvil, con la consecuente afectación económica de nuestra magra jubilación (somos dos Doctores en Ciencias Pedagógicas con más de 50 años de trabajo en la docencia, pero percibimos en total apenas unos 4 500 pesos).
«Pero ahora, dice, a partir de las nuevas tarifas de Etecsa nuestra situación se torna más crítica y sensible. Somos extremadamente vulnerables. Corremos el riesgo de quedarnos incomunicados totalmente del mundo, de intercambiar la mínima información necesaria con familiares y los doctores que nos atienden. Y lo peor: impedidos de solicitar ayuda ante cualquier grave situación que pudiera dar al traste con nuestras vidas».
Indica que ante tales situaciones no puede entenderse, por paradójica, que una empresa telefónica te obligue a ir a una oficina a plantear personalmente un problema como último recurso y esperanza para su solución. Alternativa no siempre garantizada, después que lo has planteado previamente por dos vías telefónicas habilitadas para ello.
«¿No es eso burocratismo absurdo?, expresa. ¿Se aprovecha la presencia de la mencionada brigada en una zona para que realice la mayor cantidad de reparaciones posibles? Eso sería organización, eficacia y eficiencia. El país confronta serios problemas con el combustible y se hace un continuo llamado a su ahorro. ¿En este caso se está dando la debida respuesta?»
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