La tecla del duende
Continuamos en esta columna la publicación del texto enviado por Anelys Amarante:
Uno debe saber que es necesario estar solo. A veces. Saber estar solo. Y aprender a estar solo. Pensar solo. Hablar solo. Encerrarse en un mundo que es inalcanzable para otros. Inventar un universo. Caminarlo cuando uno siente que el mundo le queda pequeño y que nadie, nadie, sabe lo que es probarse tus zapatos.
Uno debería saber que no siempre es bueno andar por la vida sin filtros y mostrarnos tal cual somos.
Uno debería saber el poder que tiene una palabra. Que las amistades más importantes nacen cuando crees que ya tienes a todos los que necesitas. Uno tiene que saber que el amor duele, que la lealtad es algo duro de mantener.
Uno tiene que saber que todo tiene un costo. Que todo en la vida es un compromiso. Que siempre habrá quien te critique, que trate de cerrarte la puerta que quieres abrir. Que la libertad es algo interno y que ninguna decisión es definitiva.
Uno debería escuchar a su cuerpo. Uno debería saber escuchar su corazón… que a veces es necesario que manden los sentimientos, pero que es lógico dejar que sea la razón la que tenga la última palabra.
Uno debería saber que la vida es de uno y de nadie más, que las decisiones son de uno y de nadie más. Uno debería saber tantas cosas… Tantas, que una vida no basta.
Desde Holguín me cuenta Cary que la tertulia en esa ciudad honró a los abuelos en el Abril de la Victoria, pues todos dijeron qué significaba para ellos los padres de nuestros padres. En el Día del Libro y del Idioma hicieron referencia a las fechas significativas del cuarto mes del año en la Ciudad cubana de los Parques. El pequeño Samuel Hidalgo expuso sobre la historia, con brillantez de adulto.
En Guaracabulla se honró al entrañable artista de la plástica Pedrito Osés, en el aniversario de su natalicio. Se destacaron las tradiciones culturales de la localidad y hubo tertulia teclera. En La Habana la tertulia será este sábado 7 de mayo, dedicada a las madres. A las dos de la tarde, en la Sociedad Cultural José Martí (17 y D).
A los ojos tristes hay que hacerles menos preguntas y darles más abrazos. Mario Benedetti (Enviado por Alina)
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