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Guantánamo.— La Medalla Conmemorativa 50 Aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) se entregó por primera vez este jueves en La Brigada de la Frontera, Orden Antonio Maceo, en el acto político y ceremonia militar por el aniversario 45 de esa insigne unidad.
La alta distinción instituida por el Consejo de Estado la recibieron 50 integrantes de ese mando con destacada trayectoria en el fortalecimiento de la preparación, disposición y capacidad combativa de las FAR.
La Medalla también fue otorgada a los coroneles Vladimir Guerra Batista y Victoria Arrúe Caraballo, jefe y segunda jefa de la Brigada, así como al mayor Elmis Brook Chivás, aguerrido combatiente que ostenta la Orden Antonio Maceo.
Presidieron la celebración el general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera, viceministro de las FAR y jefe del Estado Mayor General; y el miembro del Buró Político, general de cuerpo de ejército Ramón Espinosa Martín, jefe del Ejército Oriental.
Igualmente asistieron los miembros del Comité Central del Partido, general de cuerpo de ejército Sixto Batista Santana, y Luis Torres Iríbar, máximo dirigente político en la provincia de Guantánamo; Eunomia Peña, madre del primer mártir de la Brigada de la Frontera, Ramón López Peña; así como una representación de fundadores de la unidad.
La Brigada de la Frontera recibió además diplomas de reconocimiento de las FAR y la UJC por la ejemplar trayectoria del cumplimiento del deber en esa primera trinchera de combate, los cuales fueron entregados por el general de cuerpo de ejército Álvaro López Miera, y el primer secretario de la UJC, Julio Martínez Ramírez.
El general de brigada de la reserva Harry Villegas Tamayo, en nombre de los primeros combatientes de esa gran unidad de las FAR, evocó las condiciones en que el 9 de noviembre de 1961 surgió «esta escuela de sacrificios, donde se vivía en condiciones de campaña, bajo los árboles, y las hamacas como cama...».
Compromiso de honor y continuidad en la vigilia del perímetro transmitieron las palabras del soldado Rafael Alejandro Hernández, y el poema La Palma, de la soldado del Servicio Militar Voluntario Femenino Liset Martínez Luzardo, quien fuera presidenta de la FEEM. Ambos representan a la actual generación de combatientes.
Del estoicismo, el valor ante todos los riesgos y la férrea disciplina de los hombres y mujeres de la Brigada de la Frontera, habló en las conclusiones el general de cuerpo de ejército Ramón Espinosa Martín.
