Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

«Como el Granma, surcando los mares, así transita Fidel por la historia: impetuoso, indetenible, victorioso», exclamó el vicepresidente del Consejo de Estado cubano, Carlos Lage, al pronunciar la última intervención en la clausura de los homenajes a Fidel, convocados por la Fundación Guayasamín en los 80 años del líder cubano, que presidida por Raúl tuvo lugar en el teatro Karl Marx.

No podía ser de otra manera el epílogo de tres días durante los cuales, hombres y mujeres de todo el mundo valoraron la figura y la trascendencia de Fidel: un modo de reconocer su obra que, obligatoriamente, tenía que pasar por su aporte a la historia más reciente de América Latina, de África, Asia, y de todo el Tercer Mundo. Porque la trayectoria de Fidel está indisolublemente ligada a la lucha de los oprimidos.

Incluso a los cubanos, que tan bien lo conocemos, tantos testimonios han revelado mejor la dimensión de Fidel como líder revolucionario mundial, como estadista, y como ser humano.

A ello contribuyeron ayer también los presidentes de Bolivia, Nicaragua, Haití, el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, y el canciller de la Venezuela bolivariana quienes, como lo han hecho decenas de voces durante estos días, y prescindiendo del discurso oficial, contaron los sentimientos y certezas que Fidel provoca en ellos por sus ideas y acción.

Ralph Goncalves trajo el saludo y el reconocimiento de su pueblo, un país pequeño, pero no tanto —dijo— para Fidel y para la solidaridad internacionalista de la Revolución Cubana. Retrató a Fidel como «cálido, de gran humor, jubiloso y que ama la vida», y aseguró que los estudiantes pobres de su país —a quienes se les ha dado la oportunidad de estudiar en Cuba—, conocen de su generosidad y magnanimidad, y cantan loas al hombre que nos permite ver la luz antes del amanecer; captar la puesta del sol antes de que llegue la noche.

René Preval agradeció una generosidad que beneficia al sufrido pueblo haitiano con cientos de médicos y técnicos llegados desde Cuba, y manifestó el convencimiento de que los casi mil estudiantes haitianos que se forman aquí estarán listos para continuar esa obra, y poner los conocimientos adquiridos al servicio de sus compatriotas.

El presidente haitiano consideró un honor estar aquí para desearle feliz cumpleaños y mucha salud «al gigante de este siglo, que ha luchado por hacer de la Tierra un mundo mejor», afirmó.

A apenas 36 horas de la batalla histórica por la soberanía, la democracia y la dignidad que dará este domingo el pueblo venezolano en las elecciones presidenciales, llegó desde la hermana República Bolivariana un abrazo lleno de amor y solidaridad que a nombre de esos hombres y mujeres y del Comandante Hugo Chávez Frías transmitió en sus palabras el canciller Nicolás Maduro. Esa victoria anunciada y las que construiremos en el porvenir, «siempre tendrán la impronta de Fidel», a quien calificó como «fuente de ideas, solidaridad, vida y amor».

El presidente electo de Nicaragua, Daniel Ortega, destacó la lealtad del Comandante en Jefe y de Cuba. «En los momentos amargos de nuestra historia y en los alegres, ahí ha estado la mano amiga y solidaria del pueblo cubano y de nuestro hermano Fidel».

Habló también el dirigente sandinista del magisterio de Fidel, del que se ha nutrido «cada vez que nos hemos encontrado. Salgo con más conocimiento, con un poquito más de sabiduría, con más fortaleza y mayor firmeza».

«Con mucho respeto y mucho cariño», y echando en saco roto el probable disgusto que sus palabras provocarían en otros lares, el presidente indígena Evo Morales trajo las muchas felicidades a Fidel, «un hombre sabio, amigo, maestro, hermano mayor».

Haciendo la misma «valoración profunda» y «el acercamiento cariñoso» que agradeció a quienes «nos acompañaron con la palabra y el canto comprometido», Lage resaltó la voluntad, el coraje, la sed insaciable de justicia, el talento, la honradez de Fidel; su paciencia y su impaciencia.

He sido testigo junto a Raúl y otros compañeros, recordó el Vicepresidente cubano, de su serenidad infinita ante la adversidad. Jamás se quebró su voz, ni hubo una frase de temor, un desaliento. Jamás deja de pensar y confiar en su pueblo y en su Revolución.

Aun durante este lapso en que se recupera, Fidel está atento a todo; pregunta, se informa, ayuda, «y nos ha seguido entregando su ejemplo», confirmó Lage, quien reiteró la seguridad de que el socialismo en Cuba es irreversible.

Cuando no esté Fidel, advirtió Lage, estarán su obra, sus ideas y su ejemplo. Ese es el mejor regalo de cumpleaños que podemos hacerle. En Cuba, afirmó, no habrá sucesión. Habrá continuidad. Muchos lo seguiremos. No habrá división, no habrá ambiciones, egoísmo, vanidades; no lo permitiremos.

Pero no hablo de hoy, hablo del futuro, señaló Lage. Fidel está entre nosotros y lo tendremos por muchos años más.

Al abrir el acto, Alfredo Vera, director de relaciones internacionales de la Fundación Guayasamín, consideró un éxito las actividades de estos días, en las que participaron 2 200 personas, y expresó el sentimiento sincero de la institución de que su único mérito fue realizar la convocatoria. Lo que encendió la llama fue la personalidad de Fidel,dijo.

Momentos antes de la ceremonia se presentó la tercera edición del libro Cien horas con Fidel, de Ignacio Ramonet.