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Sexo sentido febrero 2001

El secreto del punto G (3 de febrero 2001) Cuestión de olfato (10 de febrero 2001) Uno de esos misterios (17 de febrero 2001) Aprender a quererse (se) (24 de febrero 2001)

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Juventud Rebelde

El secreto del punto G Por AracelysBedevia SantoyoEstimular el punto G, considerado como la zona de máxima excitación en la mujer, incrementa el placer que ocasiona la sexualidad.  Mi nombre es Dalia, tengo 27 años. He querido dejar de ser solo lectora de su página, siempre con temas tan interesantes, para preguntarle sobre una duda que tengo y no he visto todavía que usted haya hablado de eso en el periódico. Aunque he tenido varias relaciones, siempre tengo problemas para lograr la excitación sexual. Ahora me está enamorando un muchacho de mi trabajo, muy buena persona, de quien me siento enamorada y con quien me gustaría casarme, pero tengo miedo de iniciar una relación con él pues le temo al momento de estar a solas.  Me han hablado de que debo buscar el punto G, ese lugar donde se concentra el deseo sexual, porque según dicen con eso resolvería mi problema. La gente habla del punto G como si fuera algo mágico para resolver todos los problemas sexuales. Quisiera que usted me aconsejara y me dijera qué hay de verdad en eso, dónde una mujer puede encontrar ese punto y si con eso basta para poder tener el famoso orgasmo.  Esta carta, que nos llegó recientemente a la redacción de Juventud Rebelde, coincide con preguntas similares que suelen hacerse otros lectores e, incluso, compañeros de trabajo.  Dalia ha oído hablar, rodeando el asunto de exagerada expectativa, del punto G que, efectivamente, existe en el organismo humano, pero que no puede divorciarse del componente espiritual y afectivo de cualquier relación de pareja.  La magia de esta zona, altamente sensible a las caricias, está en el placer inimaginable que provoca su estimulación, debido a que permite un orgasmo más rápido y de efectos prolongados. Sin embargo, su localización no es la solución de los problemas sexuales, que pueden ser de origen orgánico, funcional o psicológico, sino una alternativa más para incrementar el disfrute sexual.  EL PUNTO GSegún explican expertos en el tema, el punto G es una masa con forma de frijol, situada a dos o tres pulgadas de la entrada de la vagina, entre el hueso del pubis y el cuello uterino.  Aunque su localización y dimensión pueden variar entre una mujer y otra y existe la posibilidad de que algunas no lo posean, su tamaño, es, aproximadamente, el de una moneda mediana.  En opinión de su descubridor, el ginecólogo alemán Ernest Gräfenberg, quien en 1960 lo descubre por primera vez, el punto G tiene las facultades de presentar en sus tejidos una erección parecida a la del glande masculino, y segregar una sustancia inodora y blanquecina similar a la producida por la próstata masculina.  A diferencia del que lubrica la vagina, este líquido se expulsa a chorro y en cantidades considerablemente superiores.  LA EXCITACIÓN NO ES ESPONTÁNEA SINO BUSCADAPara localizarlo, hay que explorar la pared anterior de la vagina y presionar hasta encontrar un pequeño bulto que al ser estimulado producirá la llamada eyaculación femenina.  Algunas mujeres que han experimentado orgasmos por esa vía, declaran que la excitación de esta zona erógena, provoca una sensación parecida al deseo de orinar, lo que hace que muchas repriman este tipo de orgasmo por la impresión que sienten en el momento en que se expulsa el líquido.  Las posturas sexuales más adecuadas para localizar el punto G son aquellas en que la vagina queda verticalmente hacia el suelo, debido a que en esta posición, la gravedad ayuda a la vasodilatación, se intensifica el aporte sanguíneo y el pene presiona la pared frontal de la vagina.  Pero, a pesar de su alta sensibilidad, este sólo es posible encontrarlo cuando la mujer está excitada, por tanto, en los casos en que no existe amor o el hombre es incapaz de estimular lo suficientemente a su pareja, el punto G no ofrecerá la llegada del "famoso orgasmo".  ¿Sabías que...? No todas las mujeres logran el orgasmoPor Aracelys Bedevia SantoyoIndependientemente de los problemas de orden físico que se tengan, el miedo a fracasar en la consecución del orgasmo, es uno de los factores que más influyen en que una mujer no pueda llegar al clímax, porque esa tensión la bloquea psicológicamente y repercute gravemente en la satisfacción plena.  Esto se debe, sobre todo, a patrones sociales según los cuales llegar al orgasmo es sinónimo de éxito en la relación sexual, y quien no lo consigue no es buen amante; cuando en realidad, la sexualidad es mucho más que eso. En muchas ocasiones la anorgasmia no se circunscribe únicamente a los conflictos emocionales de la mujer. Si el hombre no logra excitar plenamente a su pareja, ella jamás llegará al orgasmo.  Más allá de los órganos sexuales en sí mismos, la comunicación y las caricias son parte fundamental para que la mujer sienta placer, pues una relación sexual que se realice sin que se esté lo suficientemente estimulada no será tan placentera, y en consecuencia no se llegará al orgasmo.  Por otra parte, se ha fomentado todo un mito alrededor de la sincronía sexual, lo que impide que algunas mujeres en su afán por llegar al orgasmo al mismo tiempo que su pareja no puedan alcanzarlo.  En opinión de Eduardo Pino, urólogo y profesor de sexología de la Universidad de Santiago, en Chile, dentro de lo que se entiende por sexualidad plena, el orgasmo simultáneo es una utopía.  "Hay mujeres que son multiorgásmicas, por lo que la satisfacción de ellas no es precisamente culminar al mismo tiempo que su pareja, sino tener varios orgasmos en una misma relación", explica a CNN en español.  Entonces, no se entendería como una sexualidad satisfactoria y plena la obtención del orgasmo simultáneo. La idea es que el hombre sea capaz de mantener una erección o estimulación por un período prolongado en una misma relación, para que la mujer no tenga sólo uno, sino dos, tres o los orgasmos que ella desee.  El especialista asegura que esto último rara vez se cumple. De hecho, se sabe que dos de cada tres hombres menores de 50 años son de una u otra manera eyaculadores precoces y así, la corta duración de su erección y su rápido término no satisfacen a la pareja. Por esta causa, muchas mujeres no alcanzan a disfrutar ni siquiera de un orgasmo.  Cuestión de olfato Por Aracelys Bedevia SantoyoDesde 1986, fecha en que la doctora Winnifred Cutler, del Instituto Athena de Filadelfia, descubrió la existencia de feromonas en humanos, los científicos tratan de descifrar el enigma de la atracción entre el hombre y la mujer a través del estudio de estos microorganismos que, aunque no son el único componente del proceso amoroso, guían el juego de la atracción e intervienen en la búsqueda de pareja sexual.  Las feromonas son compuestos químicos (esteroides)que el hombre, al igual que los animales, emite al exterior. Estas sustancias volátiles modulan la sexualidad de la mayoría de los seres de la escala animal, tanto invertebrados como vertebrados. Y aunque hasta hace muy poco se creía que no significaban prácticamente nada para el ser humano, recientes investigaciones sugieren que ellas y su órgano receptor -el vomeronasal- son mucho más importantes en el humano de lo que se había pensado.  En opinión de los expertos, el hallazgo de feromonas en el hombre, además de ofrecer una pista para comprender por qué unas personas se gustan y otras no, inclina a confirmar la hipótesis de que el hombre no ha perdido el olfato como forma de comunicación, aunque no es menos cierto que en la especie humana esta función se encuentra disminuida por la misma evolución y por el uso de ropas y perfumes que evitan la dispersión de mensajes químicos.  Utilizadas por los individuos de una misma especie para comunicarse sin palabras, su tarea principal "es la de excitar al sexo opuesto", asegura María Rosa García Medina, experta argentina del Laboratorio de Investigaciones Sensoriales del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.  A partir de estas sustancias que se originan involuntariamente en la piel, las axilas, la saliva y las zonas genitales, es posible, incluso, sincronizar la ovulación femenina. Al respecto, en un documental sobre feromonas emitido por Discovery Channel, el neuroendocrinólogo Live Jennings White, de la Universidad de Nueva York, explicó que estos compuestos intervienen en la atracción entre miembros de la misma especie, pero no sólo entre hombre y mujer.  "Se comprobó que las mujeres que viven juntas, coordinan sus ciclos hormonales y menstrúan juntas, y que las parejas a las que se les administra feromonas aumentan su deseo sexual.  "Los olores y las feromonas en los humanos pueden también acelerar la pubertad, e influir en nuestra orientación sexual; afectan la frecuencia con la que tenemos relaciones sexuales y con quién, e intervienen en el desarrollo del cerebro, en nuestros recuerdos y en el aprendizaje", señala James V. Kohl en su libro The scent of Eros.  Por otra parte, investigaciones realizadas en la Universidad de Utah parecen demostrar que existen ciertos cambios de "voltaje" en las células del órgano vomeronasal humano (ubicado en la cavidad de la nariz, sobre el tabique nasal)cuando se le hace oler al varón una feromona femenina o a la inversa.  Según el estudio, los científicos observaron cambios en el ritmo cardíaco y en las ondas cerebrales, típicos de situaciones de relajamiento y tranquilidad, cuando se colocan mínimas cantidades de feromonas en el órgano vomeronasal de voluntarios.  Es por eso que decimos que el sexo comienza por los ojos y por la nariz, porque en la atracción a primera vista influye no solo lo que consideramos bello, sino también lo que olemos, esos compuestos químicos que las glándulas endocrinas envían al exterior y determinan nuestro comportamiento.  ¿SEXTO SENTIDO? Mucho se ha especulado en cuanto a si existe o no un sexto sentido y su posible relación con el proceso de selección de la pareja sexual. De hecho, desde principios de la década del noventa, fecha en que se detectó la existencia del órgano vomeronasal, como el principal de un posible "sexto sentido" los científicos sostienen una fuerte polémica al respecto y aunque ciertas evidencias inclinan a creer que sí, algunos dudan de que realmente el hombre, al igual que los animales, lo posea.  Lo único que se ha podido comprobar es el poder de las feromonas humanas en la atracción entre dos personas, pero la existencia de un sexto sentido no está demostrado, debido a la falta de conexión entre este y el cerebro.  Por el momento, solo podemos atribuirle el poder de receptor de feromonas en el proceso de selección. Sin embargo, por qué a primera vista algunas personas se atraen y otras no, sigue siendo uno de esos tantos misterios que nos esconde el amor.  ¿Afrodisíaco?.  El alto poder seductor de las feromonas inclina a pensar en la posibilidad de sintetizarlas y utilizarlas como un afrodisíaco natural. Algunas compañías ya se han lanzado en esta aventura tras la búsqueda de clientes seducidos por el sueño de que al aplicarse el producto conquistarán el mundo.  En cuanto a esto, el neuroendocrinólogo Live Jennings White, de la Universidad de Nueva York, advirtió que "no se trata de una sustancia afrodisíaca, como creen muchos empresarios que buscan producir perfumes de feromonas para que las personas incrementen su atracción sexual. Ningún producto artificial puede reemplazar a los sabios mecanismos de la naturaleza".  ¿Sabías que...? La satisfacción sexual influye en la fertilidadUn estudio realizado por un grupo de científicos de la Facultad de Psicología de la Universidad de Cardiff, Gran Bretaña, asegura que la satisfacción sexual incrementa la capacidad femenina de retener esperma y eleva las posibilidades de embarazo.  Según la investigación, las mujeres que experimentan mucho placer durante la relación sexual, retienen más esperma activo capaz de engendrar vida que aquellas que no lo experimentan, por lo que la satisfacción sexual podría convertirse en una indicación terapéutica para parejas con problemas de fertilidad.  Los científicos observaron la evolución de 71 féminas cuya edad promediaba los 30 años. Dentro de las dos o tres horas posteriores al coito las mujeres debían someterse a un control que incluía responder un cuestionario y la realización de un examen para medir la cantidad de esperma que había sobrevivido en el moco cervical.  La directora de la investigación, Jackie Boivin, encontró que casi la mitad de las que se habían sentido decepcionadas con su relación sexual no habían retenido esperma.  Esto corroboró su tesis acerca de "la importante y directa relación que existe entre la calidad de la respuesta sexual femenina y el número de esperma encontrado en su moco cervical".  Como la cantidad de esperma en el moco cervical es un poderoso indicador de la fertilidad futura, estos descubrimientos pueden tener importantes implicaciones para las parejas infértiles.  "Los descubrimientos sugieren que las parejas que se empeñan en buscar un bebé en el horario justo del día indicado son muy proclives a fracasar, ya que los efectos combinados de las limitaciones de la fertilidad y este tipo de estrés son más que suficientes para disminuir la respuesta sexual y causar una reducción de la fertilidad", añade.  "Este factor coital, como lo denominamos nosotros, existe y es de suma importancia", dijo Raúl Neuspiller, especialista en fertilización asistida.  "Cuando llega a la consulta una pareja con trastornos de fertilidad y en las pruebas de laboratorio comprobamos que no hay anomalías ni en los espermatozoides ni en el moco cervical, una de las indicaciones es la consulta con el sexólogo", agregó.  "Incluso, después de realizada una inseminación, la recomendación fundamental es que la pareja haga el amor, porque hemos comprobado que ello aumenta muchísimo las posibilidades de que esa inseminación concluya en un embarazo", indicó.  "La concepción es más que la unión del óvulo y el espermatozoide: incluye, de un modo que aún desconocemos, aspectos de la relación sexual como el amor, el placer y el compromiso", concluyó.  Uno de esos misterios Por Aracelys Bedevia SantoyoAunque pueda parecerles superficial, la apariencia física es a primera vista el factor m s importante en la atracción entre dos personas. Estas, aún sin conocerse, apreciar n en primer lugar el aspecto externo, y en una segunda etapa otras cualidades como la inteligencia, el valor, la sinceridad y la honradez, atributos que con el paso del tiempo ir n sustituyendo la impresión inicial.  Sin embargo, esta realidad es negada por muchos, quiz s por lo cruel que resulta reconocer que en el momento de buscar pareja sexual lo hacemos guiados por los patrones de belleza ya establecidos o por el ideal que hemos conformado a lo largo de los años.  También es difícil aceptar que las características físicas influyen a la hora de calificar a un desconocido. Con frecuencia atribuimos cualidades positivas a las personas bellas, sin tener en cuenta que este criterio es solo una construcción eminentemente social y cultural, impuesta, al menos en la actualidad, por los medios de comunicación, que eligen sus modelos entre quienes tienen mayor atractivo físico, según el c non de belleza que predomine en ese momento.  PREGUNTAS SIN RESPUESTAPese a que se sabe que una parte del cerebro se activa cuando alguien nos resulta atractivo, las razones por las cuales unas personas se gustan y otras no sigue siendo un enigma para la ciencia.  Las características de este órgano, responsable de controlar las emociones humanas, impide descifrar qué mecanismos se activan dentro del cerebro en el momento de interactuar con los dem s y qué factores determinan el proceso de enamoramiento. La inmensa cantidad de datos que se procesan cuando dos personas se encuentran, complejiza aún m s la comprensión del fenómeno de la atracción, que ocurre en el subconsciente, generalmente de forma instant nea, partiendo de una serie de criterios ya establecidos.  Por otra parte, los estímulos internos, provenientes del propio organismo del individuo, y los externos, procedentes del medio que le rodea y que la persona capta a través de los sentidos, desencadenan la atracción sexual en el ser humano, la cual, a diferencia de lo que ocurre entre los animales, depende m s de los impulsos externos que de los internos.  El porqué destacamos como atractivo un determinado atributo y no otro, forma parte también de los secretos del proceso de seducción.  A principios de siglo eran mucho m s valoradas las formas suaves y redondeadas que en la actualidad. Sin embargo, desde la década del setenta, aproximadamente, nuestra sociedad combate el modelo de la persona gorda por considerarse, según los criterios estéticos predominantes, que un cuerpo delgado es mucho m s sano y atractivo que uno grueso. LO BELLO SE LLEVA DENTROOtro de los misterios de la atracción sexual, parte de la teoría del comportamiento animal y las preferencias de la hembra por emparejarse con machos que porten genes saludables.  De forma inconsciente, los humanos también hacemos lo mismo. A la hora de reproducirnos, buscamos una pareja que sea un modelo para nuestros hijos y que le transmita una buena herencia genética. En este sentido, influye también la apariencia física, que no necesariamente tiene que ver con la belleza.  En el apareamiento, y la conducta sexual, intervienen adem s diversos factores bioquímicos que tienen que ver con el sistema nervioso y las secreciones hormonales. En respuesta a nuestros propios impulsos internos y ambientales, el cuerpo produce sustancias químicas y activa las hormonas y neurotransmisores.  No obstante, si bien es cierto que los patrones de belleza influyen en la selección de la pareja, lo que para unos puede parecer bello para otros no lo es. Porque la belleza es mucho m s que una "cara bonita y unos ojos llamativos". Bello es lo que nos atrae, lo que nos hace vibrar, lo angelical de cada persona, lo que se lleva dentro.  Los hombres las prefieren bellasDesde siempre se ha considerado que los hombres se fijan más en la apariencia física que las mujeres, para quienes el atractivo masculino se encuentra ligado a otras cualidades como el estrato social, la inteligencia o el valor.  Una encuesta realizada entre estudiantes universitarios de países industrializados revela que el hombre admira en la mujer atractivos físicos, capacidades eróticas, afectivas, domésticas, comportamiento social, comprensión interpersonal, sensibilidad artística, comprensión moral y espiritual, capacidad artística creativa. Y la mujer admira en el hombre el éxito personal, las dotes de mando, la capacidad profesional y económica, la relación social, la capacidad intelectual y de observación y el sentido común. Cualidades atractivasSegún los antropólogos, la buena dentadura y el paso firme resultan cualidades universalmente atractivas porque son indicadores de buena salud. La suciedad, sin embargo, es repulsiva a la mayoría de los pueblos. Aparte de estos puntos en común, no existen criterios estéticos que sean válidos para sociedades distintas. Incluso en una misma sociedad estos pueden variar según la época. Aprender a quererse (se) Por AracelysBedevia Santoyo "Yo me quiero, yo me estimo, yo soy dueña de mis sentimientos, y mientras así sea, podré buscar con valor y optimismo la solución a mis problemas", solía decir mi abuela cuando, desconcertada por algún contratiempo, necesitaba fuerzas para seguir adelante y demostrarle a todos que era capaz de asumir sus triunfos y fracasos.  Sabía que no era perfecta, pero aprendió a conservar todo lo bueno que había en ella, descartar lo negativo y enmendar sus errores.  Mientras leía ayer la carta de una joven que no acude a fiestas porque se considera a sí misma "muy fea", recordé las palabras de mi abuela cuando decía que el primer paso para ser aceptado por los demás es aprender a quererse y a respetarse.  Afirman los expertos que para lograrlo es importante desarrollar la autoestima, conocer nuestros sentimientos, deseos, pensamientos, aptitudes, y promover la autoaceptación y no rivalizar con uno mismo.  El desarrollo de esta formación básica, que permite la supervivencia psicológica en los diferentes momentos de la vida, facilita hacer valoraciones de nosotros mismos conscientes de quiénes somos y por qué actuamos de un modo u otro en determinada circunstancia.  Sin embargo, el peso de los valores, normas y criterios morales nos impide muchas veces apreciar lo positivo y lo negativo de nuestra personalidad desde una óptica individual. Por lo general, al reconocer las cualidades que tenemos hacemos referencia a aquellas que están vinculadas con la existencia de otros: lealtad, fidelidad, altruismo, franqueza, y muy pocas veces a características propias como la inteligencia, perseverancia, coherencia y belleza interior, explica la doctora María Mederos en un artículo publicado en la revista cubana Sexología y SociedadEn opinión de la especialista, la autoestima encierra todos los aspectos psicológicos, sociales y culturales que dicen cómo deben ser las mujeres y los hombres.  Los modelos o estereotipos de belleza influyen mucho en este sentido. La mayoría de las mujeres hacen grandes esfuerzos por aproximarse a la imagen que los medios de comunicación dictan como "mujer bonita". En estos casos, tal como le sucede a la muchacha que nos escribió, "el concepto de sí y la autoaceptación se ven dañadas por presiones sociales superficiales que no van a la búsqueda de la esencia humana".  Es recomendable, por tanto, cambiar la manera de interpretar el supuesto defecto que según nuestra percepción nos hace "feos" y promover la autoaceptación, a la vez que descubrimos otras cualidades que nos hagan sentir bien con nosotros mismos.  No es saludable alimentar complejos y huir de los demás por el simple hecho de no responder al prototipo de belleza. Ante la aparición de este sentimiento la doctora Mederos recomienda analizar cuáles son los límites que impiden la realización consciente y libre de una acción. "En este análisis de límites podemos descubrir los medios que favorezcan el desarrollo de nuestras potencialidades".  En opinión de la especialista, "cuando logramos comprender lo positivo y lo negativo de nosotros mismos estamos abriendo la posibilidad de replantearnos objetivos, metas y acciones de la cotidianidad que nos permitan valorarnos justamente como seres humanos, y aceptarnos como personas en su integralidad y no por partes aisladas, única arma efectiva contra los estereotipos sexistas".  ¿Sabías que...?La ansiedad atenta contra la sexualidad. Relajarse es, desde siempre, el camino más directo hacia el placer.  El estrés produce efectos parecidos a los del abuso del alcohol: poco estrés crea un estado de alerta y atención que puede mejorar la actuación sexual o laboral; demasiado estrés y prolongado, puede provocar alteraciones físicas y mentales.  Si existe tensión física o psíquica se segregan neurotransmisores que, en el caso del varón, provocan la contracción de los músculos lisos de las arterias peneanas y el cuerpo cavernoso, vaciando cualquier erección.  El individuo con estrés distorsiona las situaciones sexuales y responde fundamentalmente compitiendo consigo mismo con el fin de obtener el reconocimiento sexual de su pareja. En el intento por lograr este objetivo se desespera. A pesar de que al principio puede lograrlo, con el correr del tiempo se vuelve impaciente, las cosas no se resuelven con la rapidez deseada y la adrenalina, segregada crónicamente, hace estragos en su sistema sexual.  La erección le juega una mala pasada y aumenta su ansiedad. Quiere mayor "rendimiento" y el fracaso permanente se instala: es la ansiedad por el rendimiento sexual, que finalmente deviene en un cuadro depresivo, que se manifiesta como pérdida del impulso sexual.  Preocupación, depresión y estrés suelen convertirse en una barrera para el placer sexual y se expresa como "ansiedad por el rendimiento sexual". La sangre "huye" provocando erecciones sin rigidez o el síndrome de erección intermitente, es decir que la erección sigue un camino errático de aparición y desaparición sin explicación aparente.  La relajación es lo opuesto al estrés. El estado mental relajado aumenta la agudeza intelectual, reduce la fatiga innecesaria y acelera la recuperación, permitiendo en el varón que los cuerpos cavernosos del pene se llenen mejor en la situación sexual. Además, si no hay secreción de adrenalina y estando la persona más relajada es muy poco frecuente la eyaculación precoz, problema que afecta a la mayoría de los varones ansiosos. (Tomado de Salutia. CNN en español). 

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