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La labor formativa de los trabajadores sociales debe tener en cuenta las complejidades de la familia cubana actual. Autor: Roberto Suárez Publicado: 21/09/2017 | 04:56 pm
BAYAMO, Granma.— Debates con los vecinos en barrios con problemáticas sociales, narraciones sobre vivencias del trabajo en las comunidades y sendas conferencias de las Doctoras en Ciencias Patricia Arés Mucio y María Teresa Caballeros marcaron el I Taller Nacional de sistematización de experiencias El trabajo social en la prevención del delito, que durante dos días sesionó en Granma.
En el evento, que contó con la participación de unos cien trabajadores sociales de todos los territorios del país, se describieron 27 experiencias prácticas de trabajo preventivo en los barrios, las cuales pretenden extenderse al resto de la nación, teniendo presentes las características de cada comunidad.
En el taller, la Doctora Patricia Arés, presidenta de la Sociedad Cubana de Psicología, subrayó que los trabajadores sociales para prevenir transgresiones debían tener en cuenta en su labor las complejidades de la familia cubana actual, en cuyo seno existe un reacomodo de valores.
La especialista reconoció que la familia hoy no podía verse como una sumatoria de sus miembros, sino como una unidad de análisis, y dijo que aun aquellos grupos familiares disfuncionales o con problemas tenían potencialidades para salir adelante, pero el reto era encontrarlas.
Señaló que para que una familia funcione, más allá de divorcios, orientaciones sexuales diferentes de sus miembros y nivel económico, lo esencial consiste en propiciar comunicación, amor, respeto, preocupación, bienestar, cuidado de los niños y satisfacción emocional.
El taller, al que asistió Enrique Gómez Cabezas, jefe del Programa de Trabajadores Sociales en el país, sirvió de capacitación a los jóvenes participantes, brindó una nueva concepción del trabajo social en la Cuba de estos tiempos y brindó una metodología para la labor de los trabajadores sociales.
Jesús Infante López, presidente del Gobierno en Granma, aseguró durante los intercambios de experiencias que el socialismo requiere un trabajo comunitario cada vez más fuerte, alejado de convencionalismos y en una batalla extraordinaria contra el tiempo.
