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Salud en tres líneas de vigilancia

Al arribo de cada aeronave acude el médico como autoridad sanitaria y se entrevista con la tripulación

Autor:

Juventud Rebelde

Al arribo de cada aeronave acude el médico como autoridad sanitaria y se entrevista con la tripulación. Le solicita al capitán la Declaración General de Sanidad e inquiere sobre la presencia de signos o síntomas de la enfermedad en algún viajero para darle la plática libre a la aeronave. Si todo es negativo, se autoriza la salida.

Luego se realiza la inspección de la aeronave por un inspector de frontera. Si existe un caso sospechoso, el protocolo establece que el pasajero se ubique en la parte final del avión, se coloque una escalera en la puerta trasera para trasladarlo con el Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM) a la sala temporal de aislamiento en el aeropuerto, se proceda a la encuesta epidemiológica y a la evaluación clínica del pasajero.

Posteriormente se le solicita al SIUM nacional que lo traslade a las instalaciones hospitalarias designadas para ello: Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí, para los adultos; los hospitales Ángel Arturo Aballí o Juan Manuel Márquez, para los menores, y el hospital general docente Enrique Cabrera, para las embarazadas.

Se disponen los sensores de temperatura que identifican cualquier temperatura superior a los 37 grados. Para ello también existe personal de enfermería pendiente para realizar la observación de algún signo o síntoma que pueda tener el pasajero y que levante sospechas.

Al activarse la alarma, inmediatamente esta persona se aísla del flujo de pasajeros y se constata su temperatura, con un termómetro digital. De confirmarse sospechoso, se activa el protocolo.

Implica que el pasajero, conscientemente, llene la Declaración de sanidad del viajero, y deje constancia de sus datos personales como nombre y apellidos, número de pasaporte, la dirección o el lugar donde va a radicar durante su estancia, si se ha sentido enfermo y en qué país ha estado en los últimos 30 días.

Esta vigilancia se recoge diariamente y se pasan luego a las áreas de salud, donde el médico de la familia se encargará de chequear, por 14 días, al viajero.

Desinfección de superficies con hipoclorito de sodio al cinco por ciento (mostradores, pasamanos, carretillas). Por cada pasajero que transite se realiza este proceso.

Empleo de guantes y nasobucos por los trabajadores de las terminales aeroportuarias.

Actividades de capacitación de todo el personal que mantenga contacto con pasajeros, tripulantes, equipajes y cargas procedentes de países bajo vigilancia epidemiológica.

Fuente: Recorrido de Juventud Rebelde por Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana

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