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Dengue y COVID-19: llamado a la cordura

Con algunos síntomas similares, las dos enfermedades coexisten en estos tiempos, por lo que urge acudir al médico de manera inmediata ante cualquier señal de alarma que pueda remitirnos a una o a otra, e incluso a ambas

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

La COVID-19, su rápida propagación y las consecuencias nefastas de su padecimiento en algunos pacientes han acaparado la atención del personal de salud, autoridades territoriales, gobiernos y medios de comunicación. Sin embargo, ya en días recientes, en la zona de Centroamérica, se emiten alertas por parte de algunos especialistas ante la combinación fatal de esta dolencia, ocasionada por el SARS-CoV-2, y el dengue.

Con algunos síntomas similares, las dos enfermedades coexisten en estos tiempos, en los que predominan las altas temperaturas, la humedad relativa y periodos lluviosos. Por tanto, urge acudir al médico de manera inmediata ante cualquier señal de alarma que pueda remitirnos a una o a otra, e incluso a ambas.

Cuba, cuyos factores ambientales en esta época del año propician la generación del Aedes Aegypti, necesita de la participación intensa de la población en las acciones de prevención y enfrentamiento para evitar grados elevados de infestación del vector, tanto como clama por la responsabilidad y el autocuidado para mantener la situación favorable que se ha logrado, progresivamente, ante la COVID-19.

La doctora Carilda Peña García, directora de Vigilancia y Lucha antivectorial del Ministerio de Salud Pública, comenta a Juventud Rebelde que en las últimas décadas ha aumentado considerablemente la incidencia de dengue en el mundo.

«La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló que en 2019 fueron reportados 3 139 335 casos de la infección transmitida por mosquitos y causó 1 538 muertes. Sin embargo, una gran mayoría de los casos son asintomáticos, por lo que el número real de casos está insuficientemente notificado y muchos están mal clasificados», señaló.

Las provincias con índices de infestación más elevados, agrega, son Pinar del Río, Holguín, Villa Clara, Las Tunas, Santiago de Cuba y que el 30 por ciento de las manzanas positivas reiteran la focalidad, el mayor número de ellas en Holguín, Pinar del Río y Sancti Spíritus.

«En 35 municipios del país ya se realiza tratamiento adulticida intensivo en zonas de elevado riesgo, mientras que se desarrollan otras acciones intensivas relacionadas con el ordenamiento del medio y el tratamiento focal al 100 por ciento del universo, teniendo en cuenta que la focalidad en centros de trabajo, por ejemplo, se ha detectado en su mayoría en depósitos artificiales como expresión del inadecuado control ambiental.

«Actualmente el único método para controlar o prevenir la transmisión del virus del dengue consiste en luchar contra los mosquitos vectores, cuya capacidad de adaptación y resistencia es elevada, y si logran depositar los huevos en cualquier lugar húmedo se dificulta el impacto de las acciones contra su reproducción», afirmó.

No hay tratamiento específico del dengue, refirió la funcionaria, pero la detección oportuna y el acceso a la asistencia médica adecuada disminuyen las tasas de mortalidad por debajo del uno por ciento. «Por ello necesitamos que todos contribuyan a eliminar focos en viviendas, centros de trabajo y en la comunidad en general.

«Todos debemos tomar conciencia de una situación epidemiológica que nos acompaña anualmente, sobre todo en ciertos períodos, y a la que no siempre le hacemos frente con la percepción de riesgo que amerita. La complejidad del escenario internacional demanda esfuerzos mayores ahora», expresó.

RECUADRO 1: Medidas para evitar la proliferación del vector

—Evitar que los mosquitos encuentren lugares donde depositar sus huevecillos aplicando el ordenamiento y la modificación del medio ambiente;

—Mantener bien tapados todos los recipientes en los que se almacena agua;

—Vaciar, limpiar y cepillar cada semana los recipientes donde se almacena agua para uso doméstico;

—No verter el abate que se deposita en los recipientes en que se almacena agua;

—Eliminar correctamente los desechos sólidos y los posibles hábitats artificiales (chatarras, gomas en desuso);

—Utilizar medidas de protección personal en el hogar, como mosquiteros, usar ropa de manga larga, repelentes;

—Mantener la vivienda cerrada por espacio de 45 minutos cuando se realiza la fumigación;

—Lograr que todas las personas en las viviendas y centros de trabajo apliquen estas medidas para mantener espacios libres de este peligroso vector;

—Acudir con inmediatez al médico ante la aparición de síntomas y signos de la enfermedad. No se automedique.

RECUADRO 2: Síntomas de cada enfermedad

 

COVID-19

Dolor de garganta

Tos seca

Fiebre

Diarrea

Pérdida del olfato o gusto

Pérdida de color en los dedos de las manos o pies.

Dificultad para respirar

Dolor o presión en el pecho

Incapacidad para moverse o hablar

 

DENGUE

Fiebre alta

Dolor en los músculos

Dolor en las articulaciones

Dolor de cabeza

Nauseas

Vómito

Sarpullidos

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