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En total, se han administrado 10 millones 061 mil 236 dosis Autor: Miguel Rubiera Jústiz/ACN Publicado: 15/07/2021 | 02:26 pm
SANTIAGO DE CUBA.— Con cifras de contagio que en la última semana se han mantenido por encima de los 400 casos en una jornada; focos y eventos activos en sus nueve municipios y más de un centenar de fallecidos, una veintena de ellos en los últimos 15 días, Santiago de Cuba se juega la vida de manera sostenida y exponencial en batalla contra un pico pandémico que parece no tener fin.
«Todos los días veo la conferencia del doctor Durán con la esperanza de que las cifras bajen, pero nada…», repite Pedro González, un santiaguero robusto de unos 70 años, mientras espera su turno para recibir la tercera dosis de la vacuna Abdala.
«¿Cómo van a disminuir los casos? ¿No has visto cómo están las tiendas? ¿No te acuerdas de la molotera que se formó en la bodega el otro día para comprar el pollo?; Que la virgencita nos proteja…», le replica estremecida Marianela Lorenzo, entre muestras de aprobación de otros vecinos.
El diálogo, con la expresividad de los habitantes de este lado cubano, da cuenta de fisuras y anhelos que definen la compleja situación epidemiológica de la oriental provincia, que se mantiene entre las primeras del país en cuanto al aporte de casos y cantidad de focos y eventos abiertos, a pesar del esfuerzo colosal de su sistema sanitario y el empeño incansable de sus autoridades.
A pesar de las altas cifras de contagio, más de un millón de dosis de la vacuna Abdala han sido aplicadas en cinco municipios santiagueros. Foto: Miguel Rubiera Justiz (ACN)
De Wuhan, Sudáfrica y otras amenazas
Con independencia del trabajo intenso, que ya dura 16 meses, y del constante reacomodo de estrategias y medidas adoptadas, la provincia indómita no acaba de conseguir la efectividad que le conduzca al control de la pandemia.
Así lo reconocía el vice primer ministro, Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, quien desde finales de junio, y por decisión de la dirección del país, encabeza aquí una comisión nacional que acompaña al Grupo Temporal de Trabajo (GTT) en los empeños por garantizar el cumplimiento riguroso de los protocolos establecidos.
Valoraciones especializadas incluyen entre las causas de la elevada dispersión territorial del nuevo coronavirus la coexistencia en este lado cubano de varias cepas del Sars-CoV-2, entre ellas la de Wuhan (primera registrada) y las de California, Reino Unido y Sudáfrica, esta última con una elevada capacidad para provocar daños en corto tiempo y que duplica el potencial de contagiosidad de la china.
En panel informativo desde tele Turquino, el destacado epidemiólogo Luis Valdés, jefe del grupo técnico asesor, hablaba de cambios en el patrón de la enfermedad, como el aumento de casos con manifestaciones clínicas por encima de los asintomáticos, y el incremento de graves, fallecidos y enfermos en edades pediátricas.
«Eso nos hace pensar, aunque no tengamos aislada la cepa, que están circulando otras variantes muy complicadas», aportaba el también profesor titular de la universidad médica santiaguera.
Al propio tiempo, los expertos destacan que las nuevas cepas reinan en un contexto de fatiga pandémica y estrés prolongado, que alcanza a lugareños y personal sanitario.
Los resultados de la evaluación de una comisión del Ministerio de Salud Pública (Minsap), presentados por la doctora Carilda Peña García, viceministra del ramo, dejaban ver dificultades en el uso del nasobuco, un relajamiento en la desinfección de manos y superficies, del empleo de los pasos podálicos en viviendas y centros de trabajo y el no respeto del distanciamiento físico.
Ello, advertía la especialista, coexiste con actitudes demostrativas de la baja percepción del peligro entre la población, como el escaso rigor en el cumplimiento de los protocolos al regresar de la calle y entrar al hogar, donde pueden estar niños, ancianos y postrados, y conductas irresponsables como permitir que los niños deambulen y jueguen en la calle; violaciones de las medidas de bioseguridad en centros de trabajo, y comportamientos como negar los síntomas y acudir tardíamente al médico.
Igualmente, los constantes y agudos análisis del GTT dan cuenta de superficialidad en las pesquisas, demoras en el traslado de pacientes hacia los centros de aislamiento u hospitalización, dificultades con la información y seguimiento a los casos en las áreas de Salud y la falta de una actuación más enérgica de las organizaciones políticas y de masas, y en las estructuras gubernamentales a nivel de Consejo Popular, entre otras causas.
Unidad y responsabilidad como divisas
El alto número de enfermos en los nueve municipios, y particularmente en las 17 áreas de Salud del municipio Santiago de Cuba, el de más altas tasas de contagio; la presencia de casos dispersos y sin conexión epidemiológica entre ellos, el incremento de pacientes graves y críticos, mantiene hoy en tensión al sistema sanitario santiaguero y sus autoridades.
«Hay que aplicar medidas extremas si queremos mitigar esta realidad, insistía el doctor Valdés García, y convocaba a apostar por el distanciamiento físico; ser rigurosos con quienes incumplan con las medidas sanitarias, eliminar todo tipo de reuniones sociales, reducir prácticamente a cero la movilidad, cuidar a los grupos vulnerables en casa y vacunarse».
En correspondencia con esta situación, definida como de emergencia epidemiológica, el territorio oriental ha puesto en vigor una estrategia que apuesta por la responsabilidad ciudadana y el rescate de la intersectorialidad, decisivas en que Santiago diagnosticara solo 49 casos y estuviera 187 días sin COVId-19, durante la primera oleada de pandemia.
La paralización del transporte público es una de las medidas adoptadas en Santiago de Cuba para conseguir el distanciamiento social. Foto: Miguel Rubiera Justiz (ACN
Según explicaron las máximas autoridades de la provincia, son conceptos claves en las nuevas decisiones la reducción de la movilidad, el trabajo cohesionado para conseguir la efectividad en los protocolos concebidos por el Minsap, la puesta en práctica de esquemas de distribución que acerquen los alimentos a la población y eviten aglomeraciones, el aseguramiento de las tareas económicas primordiales y los servicios básicos con una mínima cantidad de trabajadores, y el perfeccionamiento de las labores de enfrentamiento.
El grupo de normas restrictivas incluye la paralización del transporte público, una gestión del comercio que intentará acercar los productos a los hogares con el concurso de mensajeros, el reordenamiento laboral y el fomento del trabajo a distancia, un mayor uso de plataformas digitales para el pago de los servicios, y la suspensión de los trámites, entre otras acciones dirigidas a garantizar el aislamiento social.
En el entorno sanitario, explicó la doctora María Eugenia García Céspedes, directora provincial de Salud, se ha reorganizado la atención a los casos pediátricos en el hospital Juan de la Cruz, conocido como la Ondi, y se trabaja para ampliar a 58 las posiciones ventilatorias en las salas de terapia.
Muchos centros de aislamiento se acondicionan para la hospitalización de sospechosos de bajo y alto riesgo, y se refuerzan las labores para la identificación en las comunidades de todas las personas con síntomas sugestivos de COVID-19 y el inmediato aislamiento, acorde con la clasificación establecida.
A la par, los santiagueros ponen sus esperanzas en la intervención sanitaria con la vacuna Abdala, que como fruto de un esfuerzo organizativo sin precedentes avanza a buen ritmo en cinco de sus nueve municipios, en los que ya han sido aplicadas más de un millón de dosis del inmunógeno.
En esa dirección, el reconocido epidemiólogo Luis Valdés, instaba a los lugareños a vacunarse y argumentaba que si bien el inmunógeno por sí solo no evita el contagio, sus bondades son también palpables en una reducción de la aparición de síntomas y con ello, de las posibilidades de transmisión del virus.
Con estirpe guerrera
Un mensaje del primer secretario del Partido en tierra santiaguera, Lázaro Expósito Canto, apelaba a la casta guerrera de su pueblo, y convocaba a hacer del cumplimiento de cada medida un arma letal contra la COVID-19. «Hagamos cada uno lo que nos toca y no habrá pandemia que pueda con nosotros», sentenciaba el dirigente apelando a su liderazgo.
En comparecencia televisiva, el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez expresaba su confianza en que el pueblo santiaguero, conducido por su Partido y Gobierno, podrá revertir el complejo panorama, siempre y cuando los esfuerzos de la población y sus dirigentes se combinen con unidad, disciplina y responsabilidad.
Toca a los santiagueros sacar a relucir su estirpe heroica y reaccionar con urgencia, conscientes de que la batalla es tenaz, y en esa lucha nos va la vida.
