Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Santiago vota porque el amor sea Ley

Convencidos de que sus votos cuentan, ante las puertas de los colegios electorales bien temprano se agruparon muchos santiagueros

Autor:

Odalis Riquenes Cutiño

SANTIAGO DE CUBA.—El domingo aún se desperezaba y  ya el Himno nacional izaba el alma de la mañana. Tras el juramento, la presidenta del colegio muestra la urna vacía, pioneros y votantes se muestran listos y Santiago de Cuba decide ante las urnas, en inédito Referendo, por un Código de las Familias que es respeto a la diversidad, inclusión, protección, derechos, justicia.

Convencidos de que su voto cuenta, ante las puertas del colegio electoral No. cinco, de la circunscripción 11, en el Consejo popular José Martí Norte empiezan a agruparse las personas.

Temprano, antes que el sol, llegaron los pioneros Cristian de Jesús Tesnt Fong, de la escuela Rafael Villalón y Mario Raúl Zaragoza, de la Ciudad Escolar 26 de Julio, los del primer turno. Ambos cursan el 4to grado y custodian las urnas por primera vez; lo hacen con el orgullo de defender un Código que protege a los niños y defiende los derechos de todos.

Orgullosos les observan la combatiente, el militar y también la maestra Milagros Dimet Beltrán, entre las primeras en ejercer su derecho al voto este 25 de septiembre. Con 35 años de experiencia como educadora asegura que votó en defensa de las obligaciones, responsabilidades y deberes que le corresponden a la familia, «porque este es un Código lleno de amor, que apuesta por la unidad y la felicidad de las familias. Este es un Código pensado para nuestra sociedad, que defiende la equidad y el respeto, sin discriminaciones, a todos los proyectos de vida», recalca.

Es un código por la unidad de las familias, dijo la maestra Milagros Dimet. Fotos: Odalis Riquenes

Porque un futuro mejor para Cuba se ventila hoy desde las urnas, como parte de una mesa que funde experiencia y juventud, se estrenan como autoridades electorales Heydis Lisneya Sánchez Vaillant, estudiante del preuniversitario Antonio Alomá Serrano, y Jessica Amores Chacón, estudiante de la Universidad de Oriente.

Con los bríos y el compromiso de su tiempo asumen la misión de desempeñarse como vocales: cotejan nombres, buscan en los listados, explican cómo ejercer el voto; sienten la satisfacción de participar en un referendo que nos convierte en referentes para el mundo y beneficia a todos.

Este Código ayudará a las familias cubanas, a los ancianos, a los niños; pues defiende el derecho de cada persona como ser humano y no discrimina a nadie; recalcan las muchachas.

Idalmis Pérez Melián, tiene una larga experiencia en el trabajo en mesas electorales de este colegio, por eso no duda en afirmar que esta tarea se ha enfrentado con toda la importancia que tiene para el país y nuestra población.

Este Código es importante para todas las familias, sin excepciones, protege a los adultos mayores, a las personas con preferencias por otras del mismo sexo, a los niños, a los discapacitados, a todos, y como sociedad, nos hará mejores, sentencia. Milena Tejeda, presidenta del Colegio, hace suyas sus palabras y recuerda a Fidel.

El espíritu del Colegio electoral No. cinco, del distrito José Martí, tiene réplicas en otros 2619  que en toda la geografía  santiaguera acogen similares rutinas. Es 25 de septiembre y Santiago vota porque el amor sea Ley.

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