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El desafío de elevar la protección de la infancia y la adolescencia

Cuba se encuentra enfrascada en un momento de compromiso explícito del Gobierno y sus instituciones de mantener los logros en la protección de la infancia y la adolescencia; sin embargo, a pesar de los esfuerzos por garantizar la igualdad de oportunidades para todos, todavía quedan muchos desafíos, expresó Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe del Departamento de Atención al Sector Social, en la clausura del 1er. Congreso sobre Infancias y Adolescencias

 

Autor:

Juventud Rebelde

Que los sueños tengan alas y lleguen lejos. Que cada aspiración de un niño se convierta en una certeza en su juventud y adultez y que cada uno de los proyectos sociales que se gesten tenga en cuenta su bienestar. Que vivamos todos en un entorno de paz y que hagamos del futuro el orgullo de nuestro presente.

Han sido estas algunas de las ideas que nos ha dejado el 1er. Congreso Internacional sobre Infancias y Adolescencias Creciendo al futuro, fecundo espacio de diálogo y reflexión que este jueves concluyó, con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Como afirmó Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe del Departamento de Atención al Sector Social, culmina exitosamente este congreso «justamente en el momento que nuestro Gobierno elabora una Política integral de niñez y juventudes, para presentarla próximamente a la Asamblea Nacional del Poder Popular».

Al referirse a esta importante cita, que concluyó también cuando celebramos el Día Internacional de la Infancia, señaló que Cuba se encuentra enfrascada en un momento de compromiso explícito del Gobierno y sus instituciones de mantener los logros en la protección de la infancia y la adolescencia; sin embargo, a pesar de los esfuerzos por garantizar la igualdad de oportunidades para todos, todavía quedan muchos desafíos.

«Es necesario por tanto continuar ampliando las prestaciones sociales de diversa índole a familias con niños y adolescentes, en arreglo a sus niveles de vulnerabilidad. En estos aspectos estamos comprometidos con dar una batalla por el respeto a los espacios de los niños y adolescentes», apuntó Broche Lorenzo, quien añadió que para resolver esas y otras problemáticas «estamos aplicando un modelo de gestión del Gobierno basado en ciencia e innovación».

Momento especial de la clausura fue cuando Aylín Álvarez Gracia, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas; y Keyla Estévez García, directora del Centro de Estudios sobre la Juventud, entregaron al Presidente la obra Viva Cuba, una pintura de Máisel López, y que refleja una niña con la bandera
nacional y mariposas de colores, como regalo de las nuevas generaciones «a un gran reparador de sueños».

También se escuchó a la adolescente realizadora, Lucía Travieso Herrera, quien, a nombre de sus contemporáneos, señaló que «es bueno que los niños, adolescentes y jóvenes tengan un lugar para hablar de lo que desean y sienten» y dialogó acerca de algunas recomendaciones para solucionar temas que dificultan a la juventud cubana desde su experiencia personal.

«Los niños, adolescentes y jóvenes necesitamos ser reconocidos por nuestros logros y con nuestras diferencias, ya que no somos iguales y no debemos ser tratados de la misma manera. Cada persona es un mundo distinto y único.
Tenemos que aprender a convivir en un mismo universo», dijo Lucía y pidió que «lo único que no nos debe faltar es compañía y amor para lograr juntos una Revolución más completa, una Cuba más plena».

En esta jornada final se entregó, además, la distinción Creciendo al futuro, con la cual se reconoció a quienes a diario intervienen en el bienestar, participación y felicidad de las nuevas generaciones. Se trata de la Empresa de Informática y Medios Audiovisuales del Ministerio de Educación, el proyecto Creativa de la Televisión Cubana, el proyecto internacional Neuropoint, la sala de pediatría del hospital oncológico de La Habana, la marca Gabi y Sofi, así como la serie Calendario.

La escuela que queremos

El gran reto del sistema educativo cubano es ponerlo al nivel de su tiempo y asegurar que sea el transformador del futuro, por eso es imprescindible la superación constante del maestro y el fortalecimiento del binomio escuela-comunidad en pos de formar un ciudadano integral que tribute a una mejor sociedad, más próspera y más sostenible.

Así expresó la Doctora en Ciencias Silvia Navarro Quintero,
directora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas, durante su intervención en la conferencia Educación y cultura: una apuesta al futuro, como parte del programa final del 1er. Congreso Internacional sobre Infancias y Adolescencias Creciendo al futuro.

Recordó que esa formación  integral del estudiante debe tener  una base cultural en correspondencia con los ideales de nuestra nación.

Navarro Quintero subrayó que se concibe la educación desde varios objetivos, desde las miradas ciudadana, patriótica, jurídica, científico-tecnológica, para la salud, la sexualidad con enfoque de género, formación politécnica y laboral, para la comunicación, y ambiental para el desarrollo sostenible, la orientación y la proyección social.

«Es un reto del sistema de Educación en Cuba garantizar esos objetivos no solo desde la vía de la institucionalidad, porque las funciones educativas se refuerzan en entornos como un hospital o la vivienda, donde un estudiante puede estar por determinadas condiciones.

«Urge entonces construir currículos, no solo académicos, sino más integrales, donde la comunidad y las familias
también incidan en la formación de los educandos,
entendiendo además que la organización escolar depende del tipo de actividad y no precisamente de los grados», añadió.

El docente debe estar preparado para el empleo de las tecnologías como apoyo y herramienta de sus objetivos en el proceso escolar, pues no se trata de renunciar a las redes sociales, sino que debemos gestar contenidos emancipadores, educativos y culturales de alta calidad, reflexionó la Doctora en Ciencias Lis Cuesta Peraza, también ponente en la conferencia.

Insistió en que la educación forma parte de la cultura, así como todos los procesos formativos y desarrolladores que vive una comunidad.

«La campaña de alfabetización es la primera acción cultural de la Revolución, y en los primeros años se crearon las escuelas nacionales de arte, la reforma universitaria de 1962 y las primeras instituciones culturales.

«La escuela y la cultura articulan entonces la responsabilidad de sostener las tradiciones e historia, de entregarle a la sociedad sujetos más empáticos, capaces de respetar la diversidad y asumir la inclusión como algo natural».

Cuesta Peraza destacó que la cultura y la educación están amenazadas por varios conflictos dados por la tradición y la modernidad, las nuevas tecnologías, lo efímero y lo perdurable y la indispensable competencia y la preocupación por la igualdad de oportunidades.

En el debate generado confluyeron las motivaciones para impulsar nuevas formas de trabajo en el proceso enseñanza-aprendizaje, más allá del currículo académico.

La Doctora en Ciencias Aylín Álvarez García, primera secretaria del Comité Nacional de  la UJC, hizo referencia al programa de formación de instructores de arte, que hacen de la escuela un centro de arte por excelencia.

«Involucrar a todos en el proceso educativo de nuestros niños y adolescentes es imprescindible para lograr la sociedad que queremos», señaló.

 

 

 

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