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El Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, pronunció las palabras centrales del acto por el aniversario 70 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes Autor: Roberto Suárez Publicado: 26/07/2023 | 08:54 am
El Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, pronunció las palabras centrales del acto por el Día de la Rebeldía Nacional, celebrado este 26 de julio en la Ciudad Héroe Santiago de Cuba, por el aniversario 70 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Otra vez Santiago vuelve a juntarnos en una de las más entrañables celebraciones de la Patria, expresó.
Celebramos ayer el aniversario 508 de su fundación como villa, señaló. Antes de ser bautizadas como Santiago, estas tierras se llamaban Cuba, agregó.
En este sentido, dedicó emotivas palabras a los más bellos símbolos de la cultura santiaguera, como el santo patrón de la ciudad y la virgen mambisa del Cobre y repasó la historia de los héroes de la gesta del Moncada, enumerando los momentos esenciales de aquella noche bulliciosa de carnaval, cuando jóvenes imberbes, dijo, cambiarían la historia.
En sus palabras rememoró los sucesos del 26 de julio de 1953 y enfatizó el privilegio de estar hoy en el lugar del asalto con algunos de sus protagonistas.
Foto: Roberto Suárez
Hoy es 26 de julio y la historia pide hablar y recuerda aquellos hechos. El de los muchachos imberbes, quienes cambiaron la historia en la madrugada de la Santa Ana, destacó.
Aquí estamos, 70 años después, en otra mañana de la Santa Ana, otra madrugada animada por congas. Sin tiros rompiendo la alborada -solo los gritos del asalto juvenil-, entramos a los jardines de la Ciudad Escolar 26 de Julio, que ahora es Escuela y Museo, expresó.
Y es un verdadero privilegio caminar por los hechos junto a algunos de sus protagonistas. La fecha, la madrugada y la histórica compañía, nos remiten a lo que vivieron hace siete décadas, los jóvenes de veinte y pocos años, que se lanzaron a la toma del cuartel..., dijo.
Los jóvenes que aquí en Santiago o allá en Bayamo, se lanzaron al combate sin miedo, ni a las balas, ni a la represión, ni a la muerte, dieron sus vidas, en primer lugar, por el ideal martiano de conquistar toda la justicia. agregó.
Mantener lo conquistado y avanzar más es el deber de las generaciones responsabilizadas hoy con el destino inmediato de la nación que nuestros padres nos ganaron de pie, afirmó.
Mencionó además las diversas presiones del vecino imperialista a lo largo de la historia, y la severidad del recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero, impuesto por EE.UU. contra Cuba hace más de seis décadas, citando cinco de sus medidas más perversas y nocivas para la nación, como la inclusión de Cuba en la lista de países que no combaten el terrorismo, la vigencia de la Ley Helms-Burton, y la persecución de los suministros de combustibles.
Foto: Roberto Suárez
El mandatario expresó que cada día, cada hora, cada minuto, tenemos un Moncada por asaltar. Esta Revolución es una lucha constante contra el odio: es la más apasionada defensa de la libertad, el amor y la felicidad. Eso también fue el asalto al Moncada.
Cuando uno observa las expresiones de respaldo y solidaridad que recibe la nación cubana desde cualquier rincón del planeta, siente razones para considerar que somos afortunados, que nuestra obra, nuestra trayectoria y nuestro compromiso son referentes, comentó.
Siempre nos honrará mil veces más tener a nuestro lado a los amigos que se han jugado y se juegan todo por la suerte de Cuba. Hablo de los pueblos en lucha, cuyos representantes nos acompañan este 26 de Julio sin pedir comodidades..., destacó.
La razón está al lado de Cuba, sentenció el Presidente cubano, al reconocer los duros efectos sobre la economía cubana de estas medidas, aliviados, dijo, por la enorme ola de solidaridad de los amigos del país en todas partes del mundo.
Finalmente, el Presidente cubano dedicó palabras de reconocimiento a los santiagueros, por alcanzar resultados en medio de una etapa económica difícil, y por su estabilidad y avance en las principales tareas, en lo que también reconoció a los pueblos de Ciego de Ávila y Matanzas.
En cuanto a Santiago de Cuba sabemos, dijo, citando a Raúl Castro, que Santiago sigue siendo Santiago.
Quedan muchos Moncadas por asaltar para resolver los problemas que nos acechan, pero al volver a Santiago siempre encontramos avances. Lo han hecho bien, santiagueros, y seguramente lo pueden hacer mejor, retó Díaz-Canel a los santiagueros, al mencionar áreas en las que es posible mejorar el trabajo actual, como los Moncadas que aun es necesario conquistar para mantener la permanencia de la Revolución.
