Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Recinto ferial

Autor:

Celima Bernal

Leí: Ambos no tenían hijos. Resulta incorrecto. Ambos (el uno y el otro, los dos) es un dual que se usa en expresiones afirmativas. Di: Ambos fueron; pero no: Ambos no fueron.

Un contrato leonino es el oneroso, en que toda la ventaja o ganancia se atribuye a una de las partes, sin equitativa conmutación entre estas. Por extensión se dice de pactos o condiciones de carácter despótico.

Sí, quién, quiénes, se acentúan ortográficamente en oraciones interrogativas y exclamativas. ¿Quiénes llaman?, ¡quién pudiera verlo! Pero hay otro caso, cuando se usa el pronombre indefinido quién, quiénes, en la fórmula: quién, quiénes, equivalente a uno, unos, otro, otros. Veamos: Quién prefiere estudiar ciencias; quién, letras. Unos prefieren el bate de madera; otros, el de aluminio.

Una amiga, para burlarse de cierta expresión, de la cual se abusa sin reparo, me anunció una visita diciéndome: Mañana iré, por la tarde, a «tu recinto ferial».

Juan Sebastián Elcano fue un famoso navegante español. El buque escuela que lleva su nombre estaba en una ocasión en el puerto de La Habana. Alguien me hizo notar que casi siempre, en radio y televisión, agregaban la partícula «de» al apellido del marino. Me decía: «Con todo respeto, parecería que hablaran de un señor llamado Juan Sebastián, residente en el poblado de El Cano». Lo extraño del error es que en la embarcación se leía con letras enormes, correctamente, claro está, y en la gorra de cada marino también.

La respuesta de hoy

Niños prodigio, horas hombre y hombres rana. Eso es lo correcto.

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