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Omara Portuondo Autor: Juventud Rebelde Publicado: 28/03/2018 | 09:55 pm
«Escuchándola comprobamos que no por gusto el público la bautizó como lo que ella es: una diva de este tiempo, su tiempo, porque Omara es Cuba», fueron las palabras de Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), para referirse a la valía artística de Omara Portuondo Peláez, quien recibió este miércoles el título honorífico de Doctor Honoris Causa en Artes entregado por la Universidad de las Artes (ISA).
Durante la velada acontecida en el aula magna de esa casa de altos estudios, la Portuondo agradeció la significativa distinción que recibió de manos del rector, Alexis Seijo García, quien calificó como de trascendental el aporte a la cultura cubana que ha realizado la novia del filin en tantos años.
Con su distintivo carisma, la también diva del Buena Vista Social Club no encontró mejores palabras para mostrar su profundo regocijo que regalar a los presentes breves momentos de su prodigiosa voz, con la cual ha hecho vibrar infinitas emociones en escenarios de todo el mundo.
Al agasajo a la Portuondo, en el que estuvo presente el titular de Cultura, Abel Prieto Jiménez, se sumaron en una sentida actuación la cantante y compositora Beatriz Márquez, la soprano Bárbara Llánez, y, al piano, la maestra Digna Guerra, directora del Coro Nacional de Cuba, quienes interpretaron la legendaria canción Longina, de Manuel Corona.
Asimismo, recibió obsequios de la decana de la Facultad de Música del ISA, María del Rosario Hernández; y de la artista de la plástica Alicia Leal, quien le entregó una de sus piezas titulada La novia. Los niños de La Colmenita también llenaron de goce a la octogenaria artista.
La musicóloga Marta Bonet, presidenta del Instituto Cubano de la Música, tuvo a su cargo la lectura de las palabras de reconocimiento de Miguel Barnet, quien calificó a Omara como «irrepetible» y que «sus dones añejados por una larga carrera son el atributo que la distingue entre muchas cantantes que incursionaron en un repertorio de géneros tan variados como la canción romántica, el bolero, el son y la canción de cuna, por mencionar los más representativos.
«Su ductilidad expresiva, su dicción, su absoluto sentido del ritmo, así como su gracia criolla, y su dramatismo se engarzan en un perfecto arpegio de perfección. Con un instrumento vocal de cualidades singulares, agudos sorpresivos y tarareos inigualables, Omara hace gala de una limpieza y un brillo propios», exaltó el intelectual.
