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En ningún lugar como en casa

En su reciente muestra personal En ningún lugar como en casa, exposición de carácter antológico, el artista Alexis Leyva (Kcho) nos invita a apreciar una pieza no exhibida en Cuba, Lo mejor del verano (1994), que curó Dan Camerun para el Museo Nacional Centro de Arte Contemporáneo Reina Sofía

Autor:

Israel González Limia

En su reciente muestra personal En ningún lugar como en casa, exposición de carácter antológico, que se halla en el Museo Nacional de Bellas Artes, el artista Alexis Leyva (Kcho) nos invita a apreciar una pieza no exhibida en Cuba, Lo mejor del verano (1994), perteneciente a Cocido y crudo, que curó Dan Camerun para el Museo Nacional Centro de Arte Contemporáneo Reina Sofía. Dicha obra, dada a conocer como instalación, rebasa los límites de esta tendencia o modo de hacer y se incorpora orgánicamente en la categoría de environment neodadaísta.

El espectador es colocado en el fondo marino y desde allí observa la regata que sobre la superficie del mar continúa su curso. El mismo recorre un espacio producido por el desespero y la huida ante una situación insostenible, hecho trágico pues muchas familias quedaron separadas y numerosas personas perecieron en el intento, ahogados y devorados por los depredadores del mar. Certifica la inconformidad social del país en esos difíciles tiempos. Muestra la solución tomada de evadir las dificultades, en vez de enfrentarlas, por los que decidieron lanzarse al vacío de la insegura odisea marítima.

Primera obra de arte contemporáneo cubano inscrita en la especialidad del environment, con una poesía y concreción extraordinaria. Inicia una manera de abordar el espacio. Un hito de la vanguardia artística de nuestro país, posteriormente trabajada por artistas como Abdel Hernández, Lázaro Saavedra, René Francisco, Carlos Garaicoa, Luis Gómez, Rachel Valdés, Dania Sanabria, Glenda León, Alona Román, Grupo Doxa y quien les escribe, entre otros. Comenzamos con esta genial obra de Kcho que aboga por el arte como comunicación, y sitúa al espacio y al hombre como los protagonistas.

Participa de la herencia dadaísta, cuyo padre fundador dentro del movimiento es el alemán Kurt Schwitters, quien construyó ambientes a partir de objetos encontrados (object trouvé) y de la aceptación literal de otros de la realidad.

Los objetos no son algo indiferentes o neutrales, aportan y denuncian principios recurrentes de uso cotidiano, desperdicios industriales u otros de nuestra cotidianidad. Estos ambientes se dirigen a los sentidos precisando el visual y el táctil.

En la escenificación de los objetos reales en un espacio circundante son presentados sin apenas cambios a no ser los de su nueva disposición. Convirtiéndose el «ambiente» en un estimulante para la conciencia del espectador.

Al igual que la tendencia del pop representada por E. Kienholz, famoso por ambientes como Roxy’s (1961), artista sumido en la tradición del funk, Kcho está atento a lo efímero. No solo de los objetos, sino también de las situaciones y de la vida. 

Preocupándose por las calidades olfativas de lo viejo, lo apolillado, por las peripecias del degaste y el abandono del objeto encontrado, busca reflexionar estéticamente sobre la realidad histórica desde coordenadas de conflictos sociales explícitos. En el caso del cubano, las migraciones.

 

* Artista multidisciplinario, curador y crítico de Arte.

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