Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La danza que vendrá

Comienza el año y algunas agrupaciones danzarias ya están listas para entregar su arte al público en la escena habanera

Autor:

Sergio Félix González Murguía

Arrancó el nuevo año, y el atardecer del primer día de enero no dio tiempo a la nostalgia por todo lo que en materia danzaria había acontecido durante 2022. Con su habitual gala por el aniversario del triunfo de la Revolución Cubana, el Ballet Nacional de Cuba dejó abierta la temporada escénica del presente año con su espectáculo La magia de la danza.

Bajo la dirección de la primera bailarina Viengsay Valdés, la compañía insignia de la danza cubana inició, una vez más, un año en el que, con total seguridad, compañías de distintos estilos y vertientes creativas harán vibrar al público en los diferentes espacios, tradicionales o alternativos, en los que la poseía del movimiento nos hace sentir y reflexionar.

En esta ocasión, La magia de la danza, una selección coreográfica de importantes creaciones del siglo XIX versionadas por la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, compone un arco argumental en el cual el público puede apreciar pasajes de obras icónicas como Giselle, Don Quijote, Coppelia, Cascanueces, El Lago de los cisnes, La bella durmiente del bosque... y el broche dorado de la Sinfonía Gottschalk.

La muestra inicia una temporada de cinco presentaciones en la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba, los días 7, 8, 14 y 15 de enero, oportunidad imperdible para seguir la pista a la evolución de los jóvenes del Ballet Nacional de Cuba, algunos de los cuales asumen roles protagónicos junto a primeras figuras de la agrupación que nuevamente demuestran el brillo de nuestra danza clásica, heredera de la escuela cubana de ballet de Alicia, Alberto y Fernando.

Volvemos a la Avellaneda en 2023, cuando aún quedan frescas en nuestra memoria las presentaciones del 27mo. Festival Internacional de Ballet de La Habana Alicia Alonso, una edición marcada por el regreso a los escenarios tras la pandemia de COVID-19, que obligó su posposición por más de dos años.

Ese retorno, pese a las complejidades que nos legó la crisis sanitaria, permitió que los aires de festival llegaran más allá de La Habana, a los teatros Milanés, de Pinar del Río; Sauto, de Matanzas y Terry, de Cienfuegos.

Como es costumbre, este festival, el más antiguo de su tipo en el mundo, convocó al talento de disímiles figuras internacionales. En una ecléctica temporada de Giselle vimos pasar por el escenario a notables bailarinas de la talla de Yolanda Correa, María Kochetkova, Susanna Salvi, Anette Delgado y el regreso a la escena de Viengsay Valdés. Asimismo, disfrutamos en el rol protagónico masculino de las estrellas Joaquín de Luz,  Ricardo Castellanos, Semyon Chudin, Dani Hernández y Jacopo Tissi.

Fue una cita que convocó la diversidad estilística de múltiples figuras internacionales, pero también de la gran mayoría de nuestras instituciones danzarias nacionales con sus veteranos y talentos en ciernes. Acudieron a escena las propuestas de Acosta Danza, Malpaso, Mi Compañía, el Ballet de Camagüey, entre otras agrupaciones que permitieron al público apreciar parte de lo más actual de este arte escénico en la Mayor de las Antillas.

A ese propósito nos convoca el arte danzario durante el primer mes de 2023, en el que no solo el Ballet Nacional de Cuba nos estará deleitando. Hasta el capitalino Teatro Martí llegará la compañía Malpaso con su versión de Cascanueces, compuesta por Osnel Delgado, junto a la Orquesta de Cámara de La Habana, dirigida por Daiana García, durante este fin de semana.

Raíces es el nombre del programa que presentará Acosta Danza el fin de semana próximo, también en el Teatro Martí, los días 14 y 15 de enero. La propuesta incluye las obras Portal, de Juanjo Arqués, Fauno, de Sidi Larbi Cherkaoui, y Micaela Taylor propone Performance. Completan el programa Nosotros, de Beatriz García y Raúl Reinoso, y Alrededor no hay nada, de Goyo Montero.

Propuestas muy interesantes durante este enero en que la danza nuevamente nos convoca, como otras manifestaciones, a disfrutar de la novedad de la creación artística en este año, lleno de expectativas.

Tras el bocadillo que ofreciera Danza Contemporánea de Cuba (durante el 27mo. Festival) de su próximo estreno, Manos encendidas, del griego Yannis Mantsis, la curiosidad de ver la creación completa inunda al público seguidor del quehacer de esta compañía, que recientemente realizó una gira por varios territorios europeos. Todo indica que su regreso a la escena nacional estará cargado de novedad.

Atrás dejamos 2022, el año del centenario de Ramiro Guerra, célebre maestro de la danza moderna cubana; del 80 cumpleaños de la joya del ballet Aurora Bosch; del aniversario 60 del Conjunto Folclórico Nacional y el 55 cumpleaños del Ballet de Camagüey. Vivencias estremecedoras que nos dejaron con la mirada y la expectación puestas, sin dudas, en la danza que vendrá.

Escena de Sinfonía Gottschalk. Foto: Maykel Espinosa Rodríguez.

Alrededor no hay nada, de Goyo Montero, fue interpretada por Acosta Danza. Foto: Tomada del perfil de Instagram de la agrupación.

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.