Annie Canavaggio contribuye a crear la memoria histórica de su país. Foto: Cortesía de la entrevistada Autor: Cortesía de la entrevistada Publicado: 09/12/2025 | 10:40 pm
Multipremiada y dispuesta a hacer un cine que confronte y no que complazca, como ha expresado, la reconocida cineasta panameña Annie Carnavaggio está en La Habana, para compartir su documental Hijo de tigre y mula, ganador del Concurso Nacional del Fondo de Cine en la categoría de documental, organizado por la Dirección General de Cine (Dicine) del Ministerio de Cultura en Panamá y cuyo estreno internacional fue en el Festival de Sheffield.
«La película se centra en los 13 años que tardamos en hacer la negociación entre Omar Torrijos, quien lideró Panamá desde 1968 hasta 1981, y su equipo de negociadores, y con el apoyo de toda América Latina, para lograr unos tratados que fueran convenientes para Panamá sin derramar una gota de sangre.
«Se trata de la historia de la devolución de la franja de terreno que dividía el país en dos, con un canal que era totalmente norteamericano, donde ondeaba una bandera norteamericana y nos partía el país al medio.
«Omar Torrijos dijo que Panamá tenía cinco fronteras, y era esa, la de los norteamericanos con sus 14 bases militares. Él tuvo la osadía y la determinación de firmar los tratados que nos devolvieron los territorios panameños a nuestro país.
«Así, con la testarudez de una mula y el sigilo de un tigre, como expresó Gabriel García Márquez, Torrijos logró algo fundamental para nuestra soberanía».
—Es un documental que podrá ser visto siempre por el valor histórico que posee para Panamá y el mundo. ¿Por qué usted decidió asumir esta misión?
—Tienes razón, es una misión y la asumí porque los jóvenes panameños no se percatan de todo lo que hemos tenido que luchar para conseguir este
territorio, para que nos lo devolvieran, y cuando tú no sabes lo que has tenido que luchar por algo, no crees en ello.
«Entonces cuando viene Donald Trump y te dice a ti que el canal es de él, te va a costar mucho defenderlo si no sabes lo que hemos luchado y si verdaderamente no comprendes que, en un momento dado, tú no podías pasar por una zona del canal. Tú pasabas por un lugar donde había un letrero que decía 50 millas en inglés, donde la policía norteamericana te detenía.
«Esa era la realidad y los jóvenes no se dan cuenta hoy en día. El aeropuerto queda ahí, la parada
de buses queda en ese lugar y piensan que es normal porque el acuerdo se firmó en 1977, cuando Jimmy Carter y nuestro Torrijos llegaron a un consenso final, pero el fin del enclave norteamericano se dio en el inicio de este siglo.
«Hay una generación que no conoce esa historia, y quise atraerla. Ya sé que es difícil porque es una generación que está acostumbrada a videos cortos con un ritmo rápido, pero lo logramos... Fueron 20 000 personas en Panamá y estuvimos seis semanas en los cines», dijo Canavaggio, quien insistió en que este audiovisual debe exhibirse en las escuelas, en academias, en embajadas panameñas y motivar a reflexionar sobre la importancia de adoptar el multilateralismo para enfrentarnos a las amenazas de Estados Unidos.
Ese hecho cambió el destino de Panamá y puso fin a casi cien años de colonialismo. Por eso revelar los momentos más intensos de las discusiones diplomáticas entre Estados Unidos y Panamá en ese sentido fue el motor impulsador para la cineasta.
«El documental cuenta una historia paralela entre la parte íntima de Omar Torrijos, el hombre sin el uniforme, y el que públicamente todos conocimos. Ambos relatos marchan a la par, y así vamos viendo cómo pudo lograr la devolución del canal y el beneficio de los ingresos para nuestro desarrollo con su ingenio inigualable».
Con Vicente Ferraz como coguionista junto a la directora, la producción estuvo a cargo de María Neyla Santamaría, la música original es de Richard Córdoba, el montaje es de Leyda Nápoles y Alonso Víquez y los efectos visuales a cargo de Julio Matteo, además de otros profesionales del sector en las distintas especialidades.
«Este es mi granito de arena en la construcción de la memoria histórica de mi país», aseveró Canavaggio.
Una foto con Thiago Lacerda

El actor brasileño junto a los cubanos en el cine Yara. Foto: tomada de PL
El popular actor brasileño Thiago Ribeiro Lacerda fue visto este martes por Prensa Latina a la salida de la céntrica sala Yara, uno de los espacios de proyecciones del 46to. Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano.
De manera amable, el artista eludió brindar declaraciones a la Agencia Latinoamericana de Información. Se le vio relajado, tomando fotos, mientras pasaba inadvertido para algunos transeúntes con su incipiente barba, las gafas de sol y la boina, aunque no siempre lo logró.
En entrevista reciente con Prensa Latina, manifestó que viajar a Cuba era una intención antigua. «Nunca fue posible, y ahora este Festival hace viable este encuentro. Estoy seguro de que será transformador», comentó.
Acerca de la importancia de esta cita en La Habana, señaló: «Lo que hacemos es esencialmente un intercambio. Un actor se vuelve más interesante a medida que vive experiencias de su día a día. Todos los encuentros nos alimentan».
Para el Matteo de Terra Nostra en 1999, o el Giusseppe Garibaldi, en la miniserie A Casa das Sete Mulheres (2003), estar en este Festival es una oportunidad maravillosa para «ampliar sus conexiones con el cine latinoamericano». Además, aseguró:
«Estoy siempre disponible y atento a historias que nos conciernen. El cine es una arena ideal para esto».
En sus palabras, Ribeiro Lacerda fue optimista sobre sus expectativas con respecto a esta visita: «Cada viaje, cada encuentro, cada personaje me transforma y Cuba será, sin duda, un nuevo capítulo en esta historia», concluyó.
Nuevas miradas
Buscar proyectos viables de productores noveles, cuyos valores artísticos y cinematográficos sean significativos, e impulsarlos a través de asesorías con profesores de las cátedras de la reconocida Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) y propiciar, a su vez, que puedan generar sus primeras redes profesionales son los objetivos principales de Nuevas Miradas EICTV, espacio de formación e intercambio que hasta este viernes celebra sus sesiones de trabajo.
Es esta una de las principales acciones que, en el marco del 46to. Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, se realiza en beneficio del desarrollo del cine regional desde hace 19 años en tanto se organizan encuentros con productores internacionales, agentes de ventas y fondos de financiamiento, y se otorgan incentivos para apoyar los proyectos.
Los modelos de financiación en el cine y el Fair Use en la industria cinematográfica son los temas que guían las conferencias magistrales. También se debate en torno a la inteligencia artificial y los principios prácticos de consentimiento y compensación, así como las regalías en la era del streaming.
Sobre el tarot como motor creativo para los cineastas, las estructuras del documental, el diseño de personajes y el cine de autor desde la sala de montaje se dialogará en las otras jornadas, en las que en cada sesión vespertina se desarrollarán las asesorías grupales y los Encuentros one to one, hasta el último día, en el que el jurado dé a conocer los resultados de su deliberación y se premien los proyectos seleccionados.
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