Anthony Cymerys es un peluquero que durante años se ha dedicado a ofrecer cortes de cabello a vagabundos y gente sin hogar a cambio de un simple abrazo. Desde 1988, cuando su peluquería cerró y se quedó sin trabajo, Cymerys se subió a su auto y empezó a recorrer las calles en busca de quienes precisen un corte y comenzó a realizar esta tarea a los más pobres y ciudadanos sin techo de su comunidad. Hoy en día, 25 años después, todos los miércoles en una plaza de su ciudad, los bancos de madera se llenan de desamparados, quienes esperan ansiosos un nuevo corte de pelo y una afeitada. Y todo por un cálido abrazo.