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El dúo de Tamara Larrea (de frente) y Dalixia Fernández se ubicó en el puesto 12 del ranking mundial femenino en 2006. Foto: AP Después de insertarse el pasado año en el calendario de los Juegos Nacionales Escolares y en el programa de nuestras escuelas deportivas, el voleibol de playa cubano aspira a mejorar notablemente su cosecha sobre la arena en este 2007.
Y el reto será alto, pues durante la pasada temporada asistimos además al Campeonato Mundial Juvenil (sub-21) celebrado en Polonia, y nuestras duplas tuvieron un estreno por todo lo alto en estas lides al ubicarse entre las 20 mejores del planeta en ambos sexos.
Súmenle a ello que los dúos de Imara Estévez-Milagros Crespo y Tamara Larrea-Dalixia Fernández se encaramaron en los lugares 10 y 12 del ranking mundial femenino, respectivamente, en tanto nuestra mejor pareja masculina anclaba en el puesto 22.
Y, por supuesto, rememoremos lo hecho en Cartagena de Indias, Colombia, donde ganamos las dos medallas de oro en el torneo de los XX Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Mas, el principal objetivo ahora es mucho más filoso, pues las intenciones son colarnos en el podio de premiaciones en los Panamericanos del verano próximo en Río de Janeiro, Brasil, donde los anfitriones y los estadounidenses serán huesos bien duros de roer. No obstante, recordemos que Cuba se tituló en la cita anterior, celebrada en República Dominicana.
Y no se puede perder de vista la clasificación para la cita olímpica de Beijing 2008. Para esta proyección —coincido con Daniel Reinoso Suárez coordinador nacional de esta modalidad—, resulta vital nuestra presencia en las diversas fases competitivas del Circuito Mundial, así como en el campeonato del orbe.
En el horizonte aparecen también un nuevo Mundial Sub-21, los II Juegos del ALBA en Venezuela y el Circuito NORCECA, así como el amplio programa del calendario local.
