El delantero cienfueguero Yordanis Álvarez (al centro) fue el mejor jugador del torneo. Foto: Roberto Suárez Fiel a su toque preciso del balón, la selección de Cienfuegos se impuso este sábado 2-1 a Ciudad de La Habana, en el estadio Pedro Marrero, para agenciarse el título del 93 Campeonato Nacional de Fútbol.
En el partido de ida, los sureños vencieron 2-0, y la suerte «parecía echada». Pero en el minuto 27, el mediocampista local Edel Roldán se escapó por el carril derecho, centró raso el balón, la defensa no logró despejar bien y el volante Loannys Cartaya lo envió dentro de la cabaña defendida por Danny «el Pulpo» Quintero.
Ahí mismo se desató la euforia en las gradas de la vetusta instalación capitalina, donde ya se pensaba en el comienzo de una espectacular remontada, en espera del segundo gol que forzaría la definición por penales.
Pero dos minutos después, los marineros «abortaron» el intento anfitrión, pues fueron a la carga en pos del empate por el sector derecho y el balón golpeó la mano del defensa Darién Chapotín. El árbitro Marcos Brea no lo pensó dos veces y pitó el penal, que enseguida cobró con acierto Alexei Carrazana. El gol fue un «cubo de agua fría» para los capitalinos, pues el marcador global era entonces 3-1 favorable a los sureños.
En el tiempo complementario, Ciudad de La Habana trató de tener la esférica, pero los visitantes no cedieron el dominio del mediocampo y continuaron sus triangulaciones, además de cerrar la marca sobre el delantero granadino Elliot Reinnet.
En ese aspecto merece destaque el trabajo de los centrales Mario Pedraza —un veterano de «armas tomar»— y del joven Diddier Castillo.
Cienfuegos logró así su tercer metal de oro, pues ya habían triunfado en las temporadas de 1985 y 1990.
«Este era nuestro año. El equipo llegó bien entrenado a la final, que se desarrolló entre los dos conjuntos de mejor arsenal futbolístico en el país. Y todos votamos por el delantero Yordanis Álvarez como el jugador más destacado del torneo. Él no solo muestra su notable perfil técnico, sino que también hace goles», declaró a JR Odilio Vásquez, director de los campeones.
Mientras, Villa Clara obtuvo la medalla de bronce, tras empatar 0-0 con Pinar del Río en La Bombonera de San Cristóbal. En el duelo de ida, el «Expreso» del Centro había vencido 2-0.
Como mejor árbitro del certamen fue seleccionado el pinareño Giraldo Rojas.
